lunes, 31 de marzo de 2008

Televisión Digital: nos vemos en octubre

Para cualquiera que esté pensando en comprarse un televisor LCD o plasma: mejor espera. La Comisión Multisectorial de Televisión Digital Terrestre ha conseguido una ampliación de plazo de funciones por 180 días, hasta fines de setiembre.

Recapitulemos: la comisión tiene como propósito recomendar al MTC el estándar de TDT. Recomendar no más, no decidir. Para hacer su recomendación, tenían un plazo que ya se venció largamente y que fue creciendo mediante extensiones, pero que no había sido estirado tanto hasta esta vez. 180 días, medio año, es un montón.

La justificación suena interesante: " dado el fuerte desarrollo de los servicios móviles y el incremento constante de la densidad y niveles de penetración de dichos servicios en nuestro país, resulta necesario evaluar el estándar de televisión digital, considerando el desarrollo del servicio de la radiodifusión por televisión en terminales de servicios móviles ". (resolución suprema No.036-2008-MTC, publicada en Normas Legales 30-03-08, p. 369722).

En otras palabras: darle importancia a los servicios móviles es fijarse con atención en el estándar japo-brasilero, que se decía estaba muerto. ¿Presión de Movistar y Claro? Quizá. También puede ser geopolítica, acercarse a Brasil. Estoy también seguro que es interés de hacer las cosas con seriedad y calma.

Así que hasta octubre será. Mientras tanto, habrá que observar si las tendencias del presidente García a hacerle la vida fácil a los dueños de televisoras influirán en el resultado final. Me imagino que sí.

sábado, 29 de marzo de 2008

¿Hay futuro en el papel? Más sobre la crisis de la industria periodística

Primero, cifras: la inversión publicitaria en prensa impresa en los EEUU cayó 9.4% del 2006 al 2007, según una buena fuente. Todavía sigue siendo impresionante, 42 millardos y monedas, pero igual, la caída es tremenda. Además, se calcula que la prensa de los EEUU ha reducido en 25% los puestos de periodistas / reporteros.

Ahora, el análisis: una de las mejores revistas del mundo, el New Yorker, ofrece un sesudo, bien documentado e impecablemente escrito artículo sobre el posible fin de la prensa como la conocemos. Vale la pena leerlo en detalle, pero básicamente las causas que señala son:
  • El desplazamiento del público ávido de información hacia los nuevos medios.
  • El consiguiente envejecimiento de los lectores: la edad promedio del lector de diarios en los EEUU es ¡55 años!
  • El desplazamiento de los avisos clasificados a servicios como Craiglist.
  • La desconfianza del público con el modelo de control editorial propio de la prensa y en general de los medios masivos, donde se acepta que la función de filtro entre lo que ocurre y lo que se considera "importante". El sesgo ya no se considera adecuado o pertinente.
¿Quienes se alegran con esto? Primero que nada, la extraña combinación de ecologistas y geeks que considera que lo impreso, esa combinación de "árboles muertos y químicos tóxicos" es obsoleta y contaminante, y que preferirían que desaparezca el medio impreso. Pero quizá con más entusiasmo están la variedad de activistas que creen que la gran prensa solo altera la percepción de la realidad en favor de las élites, y que la recuperación de la escena pública solo será posible con la "liberación" de la prensa a través de la fragmentada pero entretenida colección de medios alternativos y especializados entre los que están los "medios ciudadanos" de Dan Gillmor, los blogs en general con su énfasis en la conversación entre lectores, y experimentos como Current TV.

El problema de fondo, como he dicho antes, y he vuelto a decir, es que, agotado como parece estarlo el modelo tradicional de la industria del periodismo, nadie parece saber realmente qué lo reemplazará. Esto quiere decir que la industria está en problemas, y serios.

En términos de comunicación social, la cosa es aún más confusa. El artículo del New Yorker menciona cómo uno de los experimentos más interesantes de alternativa periodística, el Huffington Post, publicó un comentario de un activista de Nueva Orleans en los días post-Katrina, en el que con toda seriedad se decía que los damnificados estaban comiendo cadáveres para sobrevivir. Aunque la editora, Arianna Huffington, tras contactar al activista y comprobar que no habían fuentes, pruebas o siquiera indicios decentes para afirmar esto, posteó una corrección, la idea había pegado y se repitió por todas partes, incluso en medios "convencionales", y todavía se escucha como cierta en círculos afroamericanos.

El control editorial, cuando está bien hecho y no tiene intenciones delincuenciales estilo Wolfenzons, se encarga de publicar lo que es al menos verídico. Sin diarios en el sentido convencional, esto queda de lado, y se combina con el entusiasmo de los lectores para convertirse en fuente segura de confusión y de fragmentación aún mayor del discurso público, uno de los grandes espacios en donde la prensa ha sido un actor fundamental a lo largo del desarrollo de las sociedades democráticas / liberales de la modernidad.

¿Ante qué estamos? Buena pregunta. A seguir pensando...

Añadido del domingo: Slashdot discute el asunto, con interesantes argumentos sobre la prensa local de pequeñas ciudades en los EEUU que podrían ser trasladados al Perú.

jueves, 27 de marzo de 2008

Safari y Firefox: acid-testing...

Soy usuario de Firefox desde el 2002, cuando apenas se llamaba Mozilla Phoenix, en su versión 0.1, y para muchos sonaba a una pérdida de tiempo, cuando el Mozilla de verdad, ya disponible, permitía hacer lo mismo, era más estable y además venía con su aplicación para correo electrónico y demás. Uso Firefox en Windows y en Mac, y no he migrado al Firefox 3.0 porque perdería algunas extensiones que me hacen la vida demasiado fácil.

Pero hoy decidí poner Safari, el navegador de Apple, porque quería ver la realidad de una de esas carreras de geeks que pueden ser apasionantes para los que gustamos del tema. Se trata del Acid Test 3, una prueba para ver si un navegador realmente respeta los estándares del lenguaje de exhibición de la Web, el HTML.

La idea tras el Acid Test es exigir a un navegador que muestre una página diseñada explotando al máximo el estándar del momento, hasta el punto que si el navegador no hace algo, por pequeño que sea, no pueda pasar el test. El Acid Test 1 era simple y a estas alturas todos los navegadores "vivos" lo cumplen. El Acid Test 2, con su carita feliz, es más complicado: prueben copiando esta dirección con Explorer (impresentable) y con Firefox (más o menos).

La gracia es que tanto Opera, el único navegador de código cerrado "independiente", como Safari sí pasan el Acid Test 2. Entonces, se ha inventado el Acid Test 3, que comprueba cosas realmente oscuras del HTML, pero también compatibilidad para aplicaciones en "la nube", cosa más avanzada. Aunque ningún navegador la hace, la carrera es entre Mozilla Firefox 3.0, Opera 9.xx y Safari 3.xx, para llegar a 100/100. Al parecer, Opera y Safari han llegado a 100/100 con versiones experimentales. Pero ¿en la vida real?

Vean mis tres navegadores, corriendo en mi modesta ThinkPad con XP (al IE no me acerco ni con un palo de dos metros). En todos los casos, se trata de la actualización más reciente no experimental de cada navegador. Además, estos resultados son los de mi computadora, y en otras configuraciones, YMMV...

La imagen de referencia: así debería verse el Acid Test 3:

Cómo lo hace Firefox 2.0 última versión:

Cómo lo hace Opera 9.2 última versión:

Cómo lo hace Safari 3.1 última versión:


O sea, Safari gana. No voy a cambiarme, porque como ya lo dije, Firefox tiene la ventaja de sus extensiones y el 3.0 promete mucho. Pero una nueva guerra de navegadores podría beneficiar a todos, a diferencia de la anterior. En un par de semanas, las innovaciones hechas en Safari y Opera deberían estar en la calle, y sus navegadores podrían estar más cerca de 100/100.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Bye Bye Moto, hello celulares en los aviones

Dos asuntos que demuestran que la tecnología puede empeorar nuestras vidas. Primero, Motorola, que parecía ser el fabricante más logrado de teléfonos móviles, ha decidido desprenderse de su negocio de terminales móviles (dicho en peruano, de celus) porque no puede competir con los asiáticos, sobre todo Samsung, LG y Sony Ericsson. Esto apenas cuatro años tras ser el líder indiscutido, cortesía de su (en su tiempo) innovador RAZR.

No se trató de un teléfono innovador en el sentido de un iPhone: tecnología y servicio como nunca antes. Más bien, fue el "paquete", fue el crear un objeto deseable que servía como extensión de la personalidad de los usuarios, una forma de sentirse regios. Este campo lo perdieron cuando LG comenzó a hacer celus más atractivos (el Chocolate, el obsceno Prada) y cuando Apple geekeó el asunto con el iPhone.

Lo que queda de Motorola es una escuálido esqueleto sin dirección ni capacidad de maniobra. La culpa fue, al parecer, no invertir en marketing en el buen sentido: reconocer que los teléfonos móviles se habían commoditizados y por lo tanto, solo se podía hacer plata en los dos extremos del mercado: productos baratos producidos de la manera más barata (piensen en un ZTE) o productos originales y atractivos vendidos más caros. Motorola quedó fuera por no saber adaptarse y jugar para la bolsa de valores, no para su negocio real.

Encima, hoy también se ha revelado que al menos en Europa, los móviles podrán ser usados en los aviones comerciales. Hace bastante tiempo quedó claro que el problema de usarlos no era realmente una cuestión de seguridad, porque salvo circunstancias muy precisas, no causan interferencia con la aviónica. El problema está en que las celulas de comunicación, los espacios que la telefonía móvil usa para partir el espectro radioeléctrico y permitir más usuarios, están diseñadas para ser usadas (para decirlo en cristiano) desde abajo, no desde arriba: cuando un móvil trata de comunicarse desde un avión, la cantidad de células que pueden atenderlo es mucho mayor que cuando se está en tierra, y el resultado es congestión, porque se usa más capacidad de la necesaria.

La solución es crear unas pico células: digamos unas antenas de celulares que cubren solo el avión, y que interconectan con tierra a través de enlaces satelitales (un gráfico en el artículo de la BBC en el vínculo anterior explica este asunto bastante bien). Lindo: tendremos lo peor de ambos mundos, puesto que muchos creerán que les costará lo mismo que estando en tierra, pero tendrán que pagar por telefonía satelital; mientras que los pobres circundantes tendrán que escuchar al tarado(a) gritando y parloteando por una hora, mientras el avión se zamaquea y con el ruido habitual de las turbinas más los anuncios y todo lo demás. Por suerte, esto todavía no permite realmente usar Nextel, por ahí sí que sería peor (como servicio a la comunidad, ¿no podría Nextel hacer campañas explicándole a sus usuarios que todos sus equipos tienen la opción de usar la conexión directa sin altavoz? Sería un gesto de misericordia bienvenido).

Qué día este...

jueves, 20 de marzo de 2008

Si quieres ser una estrella blogera...

La Vieja Señora Gris nos ofrece consejos. En resumen:
  1. No esperes volverte rico. El bloguerismo no es buen negocio (¿y el vloguerismo?).
  2. Escribe sobre lo que se te ocurra y se tú mismo.
  3. Bloguea cuando tengas tiempo, no al revés.
  4. Postea no más, no te atormentes con le mot juste.
  5. Postea regularmente, para que la gente siempre sepa que vale la pena visitarte.
  6. Linkea y respeta a la comunidad bloguera.
  7. Hazte propaganda sin miedo.
Hasta la próxima semana... tengo un deadline atrasado de enero que me quita algo de tiempo.

Links relacionados:
Blogs: un ejercicio de caracterización
Bloguerismo: ¿hasta dónde llegará?

domingo, 16 de marzo de 2008

Tras la evaluación, ¿qué?

Asumamos que nadie está realmente sorprendido por los resultados de la evaluación docente. Efectivamente, la calidad de los candidatos es baja, como también la de los docentes que ya trabajan en los colegios, y asumamos, de aquellos que quieren ser profesores y están estudiando, puesto que son en su mayoría producto de los mismos profesores malos que ya conocemos. La cuestión es qué hacer.

Roberto Bustamante hace una buena sumilla de la situación: falta de transparencia, inconsistencia en el tratamiento de los examinados, la inconsistencia de la actitud declarada por los padres frente a la realidad que vivimos, etcétera. Pero hay dos factores que están pendientes más allá de las declaraciones: el SUTEP y el ministerio.

¿En qué posición queda el SUTEP? Declaraciones más bien simplonas han dado, pero si hay un momento en donde se debería sacar de juego a la enquistada cohorte maoista que maneja al sindicato es ahora. Han perdido al menos dos grandes batallas con este gobierno pero hasta siguen ahí, esencialmente enteros y listos para tomar la iniciativa. Claro está, es una iniciativa banal, porque solo se trata de pedir siempre algo más de lo que se le podrá dar al magisterio: los puedo imaginar en un eventual futuro venturoso para el Perú, cuando hayamos logrado convertirnos en los Pumas de América del Sur, pidiendo vacaciones pagadas en Cuba, computadoras nuevas cada año y aumentos por encima el costo de vida, amenazando y eventualmente realizando paros y huelgas docentes. Es más o menos obvio que el gobierno actual no tiene una estrategia para aprovechar que están al menos a la defensiva.

Lo que lleva necesariamente a la pregunta de fondo: ¿qué va a hacer el gobierno? Mejor dicho, qué tiene pensado Albert Chang Einstein (Caretas dixit) para solucionar el problema. Porque acreditación de la formación de docentes, no hay; acreditación de la formación universitaria en general, no hay; plan de contingencia (¿contratar a otros profesionales, quizá?) no hay; solo hay computadoras.

Digamos que el SUTEP tiene un rival a su nivel. Salvo cuando Nicolás Lynch lo enfrentó en serio en su corto paso por el ministerio de educación, nada se ha hecho en serio para sacarlo de la ecuación y lograr mejorar de verdad la cuestión de educación básica. Los cuatro años posteriores a Lynch en el gobierno de Toledo fueron un walk-over en política educacional y le permitieron recuperar todo el terreno perdido al SUTEP. El año y medio pasado de Chang (porque no es el Apra, es un pedazo del Apra) en el ministerio ha sido triunfos tácticos desperdiciados por ausencia de estrategia. Dudo que vaya a sacar un as bajo la manga, entre otras cosas porque se necesitan como 52 ases bajo la manga para hacerla.

Veremos. Aunque no creo que veamos mucho.

sábado, 15 de marzo de 2008

La amenaza viene de Rusia: el Storm botnet descrito a profundidad

La Wikipedia tiene a veces artículos no solo útiles, bien escritos y académicamente relevantes, sino también imposibles de encontrar en ningún otro lado. Hoy sábado 15 de marzo por ejemplo, el artículo principal (feature article) es sobre la Botnet Storm, una delicada pieza de ingeniería de software maligno, regalo de los hackers del Dark Side ruso.

Una botnet es una red de computadoras zombies, que están al servicio de su amo informático, para propagar cualquier tipo de datos. La botnet Storm es una de las más potentes jamás creadas, puesto que en setiembre pasado se calculó que tenía hasta 50 millones de computadoras bajo su control. Usa un gusano que se propala por spam de correo electrónico.

¿Qué hace? Reenviar spam. Así de simple. Esos mensajes que uno recibe todo el tiempo con tonterías que una vez que se abren en Microsoft Outlook instalan software oculto y maligno (malware) en la computadora, y hacen que mientras uno no se de cuenta (por ejemplo, cuando se deja la computadora prendida con una conexión ADSL) se reenvíe mensajes a todos los que alguna vez recibieron un mensaje legítimo desde dicho Outlook. La Storm solo afecta al Windows, y ahoga las redes de telecomunicaciones con el tráfico excesivo que produce.

Esta claro también, como lo explica el artículo de la Wikipedia, que los amos del Storm saben defender bien su juguete, hasta el punto de atacar a la Universidad de California en San Diego al haber intentado algunos especialistas de esa casa de estudios estudiar el funcionamiento de la botnet.

¿Para qué se lo usa? Al parecer los dueños de la Storm rentan sus servicios a phishers. ¿Lindo no? Aunque todo indica que la Storm ya no es lo que fue, igual, cada cierto tiempo aparecen nuevas botnets, listas para seguir fregando la paciencia.

Lectura más que interesante para los wannabes, hackers y geeks. ¿Otro capítulo más de las guerras informáticas? El reporte de sus orígenes en F-Secure.

viernes, 14 de marzo de 2008

El día de Pi

Todos lo recuerdan, ¿no? El valor de Pi...

3.141525358........

O para los amigos: 3.1416. No importa, Pi es un valor imposible de calcular con precisión. Pero como en inglés hoy es Marzo 14, es el día de Pi: 3.14.

En su honor, y como no soy científico, a las cuatro de la tarde me aproximé a comer un pie.

También se celebra el aniversario 128 de Albert Einstein, que nació este día, y que no tiene nada que ver con este personaje, a pesar de la opinión de Caretas.

Un vínculo sobre el tema; otro más. El Morsa saluda a Pi con una referencia al Gran Tallarín Volador (habrá que discutir religionismos tecnologizantes en el futuro...).

lunes, 10 de marzo de 2008

OLPC: cómo saber si valió la pena

El post 100 de este blog estaba pendiente desde la semana pasada, por razones personales. Como corresponde, es sobre OLPC, la razón por la que me dejé llevar al seductor mundo de la autopontificación que es el bloguerismo.

El punto de partida es que la XO-1 es ya una política de gobierno, en el sentido más estrecho posible. Una coalición de zelotes y hackers, convencidos que tecnologizar la educación de esta particular manera, es lo más conveniente para el Perú, ha tomado una decisión cerrada, casi privada. Más allá de sus poco convincentes llamados a participar, el proyecto es de su propiedad. Como he dicho antes, esta cerrazón le da poca viabilidad política y es casi imposible que sea una política de estado, como debería serlo cualquiera cosa relacionada a la educación, sobre todo si los resultados reales (no las interpretaciones generosas de ocurrencias cotidianas) solo serán evidentes por sí mismos en ocho o 10 años.

Pero igual, hay muchas preguntas pendientes. Lamentablemente, una característica constante de este proyecto es la ausencia de transparencia. No estoy afirmando, insinuando o guiñando el ojo a una supuesta falta de probidad o corrupción; creo además que los promotores de este proyecto son sinceros y honestos en su entusiasmo (cosa que quisiera creer ellos también creen de mí, aunque lo dudo). Pero también creo que son víctimas de la visión de túnel propia del zelote. Por el bien de los beneficiarios, de los entusiastas tecnológicos y sobre todo de la educación peruana, sería bueno que consideren los siguientes puntos:

1. Objetivos: ¿cuáles son? No en términos vagos o emocionales, sino de manera que puedan ser convertidos en metas y métricas.
2. Metas: ¿las hay? Primero que nada, ¿cuáles son las metas de corto, mediano y largo plazo en términos educativos y pedagógicos? No me refiero a objetivos de implementación, por favor. Saber cuántas computadoras van a entregar no es una meta referida al objetivo central de este proyecto, la mejora sustancial de la educación peruana.
3. Evaluación: no me refiero a mediciones simplonas, sino a estudios de verdad, con línea de base, grupos de control y todo lo demás. No se necesita plata ni gente propia, porque estoy seguro que dada la originalidad de la materia, habría cola de donantes para financiarla y enviar gente para hacerla. El asunto es ¿se quiere?
4. Neutralidad: la única manera de convertir esto en política de estado, y que a mediano y largo plazo todos alabemos a Luis Chang y Oscar Becerra como el equivalente de Augusto Salazar Bondy (el último reformador decente de la educación peruana) es que el proyecto sea manejado abierta y neutralmente. Es indispensable airear el proyecto con gente que venga de sitios que no sean la comunidad hacker cercana a la USMP. Así de simple. Y se necesita observadores y evaluadores que no estén convencidos que esta manera de hacer las cosas es la solución a los problemas del mundo. Solo así creeremos los supuestos buenos o malos resultados.

Nada más. Son ideas simples expuestas rápidamente, que merecerían una exposición más detallada pero que habrán de esperar la ocasión. Finalmente, esto es apenas (casi) un blog.

jueves, 6 de marzo de 2008

Inclusión, ciudadanía y OLPC: algunas líneas de fractura

Como parte de la Semana de la XO-1

La inclusión social ha estado en el primer plano de las reflexiones sobre ICT4D (tecnología de información y comunicación para el desarrollo). Las ventajas de usar computadoras y la Internet como mecanismos para lograr que los gobiernos e instituciones estén más cerca de los ciudadanos, y para efectuar el potencial de acción colectiva de los consumidores, son factores significativos a la hora de proponer invertir en tecnología.

Pero la inclusión social implica también algún grado de socialización. Incluir todas las demandas de los ciudadanos que no han podido (o no se les ha permitido) ejercer sus derechos fragmenta la discusión, como lo vemos cotidianamente en el Perú, y por lo tanto requiere reconocer que formamos parte de una polity, una colectividad que coincide en la política porque colectivamente tiene más que ganar juntos que disparandose cada uno por su lado.

La socialización de los futuros ciudadanos debe pues reconocer la pertenencia de todos en el colectivo, aparte de la individualidad que cada quien puede ejercer. Una coincidencia en relatos comunes, en una historia colectiva y en una imaginación de futuro compartido es esencial para que una sociedad funcione como tal; Latinoamérica ha sido históricamente una región donde la exclusión del "otro" ha sido el primer paso de la creación de estados orientados a favorecer a algunos.

Desde finales del siglo XIX, el más poderoso mecanismo de socialización ha sido el sistema escolar. En países como el nuestro, con situaciones cuando menos confusas respecto al rol de lo étnico, la cultura y la clase, y con limitaciones estructurales para la movilidad social, la escuela es el único soporte significativo de la "comunidad imaginada", como la llama Benedict Anderson.

Sin embargo, este método tiene sus inconvenientes. Uno de los más significativos es la creación de "grandes narrativas" todopoderosas, que cubren cada aspecto de la historia, las relaciones sociales, y las posibilidades de desarrollo económico, de tal forma que la experiencia colectiva de pertenecer a la sociedad peruana se configura hacia una noción idealizada, prefijada desde intereses concretos, dominantes, de lo que sería la nación y del rol que cada quién debería cumplir en la nación. Para alcanzar esta comprensión, es necesario crear un sistema más bien vertical, poco propicio a la crítica y a las visiones alternativas. Este discurso nacional prevalente está en la misma fuente de la escolaridad, y lo informa con juramentos a la bandera, desfiles cívicos, feriados, fiestas costumbristas y próceres nacionales, además de información.

Esta estructura aplastante tiene virtudes y defectos. Pero depende de, entre otros elementos, un principio de autoridad: hay una versión oficial, una versión válida de lo que es ser peruano. El conocimiento de esta versión es lo que da autoridad al profesor, por ejemplo; cuestionar este edificio implica proponer que existen más versiones. Pero optar por un modelo centrado en el estudiante, donde el profesor es un facilitador de sus descubrimientos, bien puede terminar creando condiciones para que se cree un enorme vacío, al desaparecer la noción misma de autoridad a partir de primeros principios incuestionables.

Que las visiones monolíticas sean malas no quiere decir que podamos prescindir de alguna visión común; su construcción es tarea de los ciudadanos, pero quizá sea muy audaz o ingenuo esperar que los niños lo hagan solos, apoyándose en la tecnología para comunicarse entre sí. La escuela debe seguir siendo un espacio de socialización, menos rígido sin duda, más democrático innegable, pero para ello necesita contar con narrativas en que apoyarse.

¿Exactamente cómo se diseminarán estas nociones de pasado, presente y futuro? ¿Cómo se las discutirá, aprenderá y aceptará? ¿Habría que ignorar estas cuestiones cuando se opta por una educación libre de ataduras y orientada completamente al autodescubrimiento? Si aceptamos que incluso en el mejor de los escenarios, la gran mayoría de estudiantes no usaran la capacidad de conexión con otros para crear grandes narrativas, sino para el disfrute personal, entonces podemos tener el problema de contar con una escuela que no socializa y al no hacerlo, no nos provee de la principal fuente de ciudadanía y cohesión social con la que tradicionalmente hemos contado. Dado que los escolares tienden a ver las sugerencias de la cultura pop y del consumismo con una pasión singular, la masa crítica necesaria para desarrollar estas grandes narrativas puede no ocurrir nunca.

Aunque la prioridad no es la conexión a la Internet, igualmente esta ocurrirá, sino mediante las XO-1, por otros medios. De ser así, es altamente posible que un número enorme de chicos conectados mediante la Internet usaran el tiempo intercambiando trivialidades y casi nada más, sin ignorar la pequeña minoría de motivados que tratarán de discutir los temas más "profundos". Si a esto le unimos la pérdida de percepción de comunidad que traerá la ausencia de grandes narrativas, que para bien o mal ha sido el rol de las escuelas, tenemos un escenario complejo, que habría que estudiar con cuidado.

Este post fue publicado originalmente en OLPC News, el muy buen sitio de Wayan Vota.

Profesores y computadoras

Los maestros son partícipes de los procesos políticos, y como tales tienen qué ganar y qué perder con el proyecto OLPC. Pueden perder mucho, y ganar casi nada, si un proyecto semejante se implementa en sus países. Quizá logren cambiar el énfasis del proyecto, de centrado en el estudiante a centrado en el aula o el mismo profesor, o incluso detenerlo por completo. En el Perú, se ha aceptado que hay que incorporarlos, a través de un programa que me parece es parcial pero bien intencionado, como el de Computadoras para el Maestro del Siglo XXI. En el caso uruguayo, el presidente Tabaré Vásquez ha presentado su idea de lo que será, al decir que "los niños de una misma escuela desde su casa para hacer las tareas que mande la maestra van a poder trabajar en red", es decir que el papel del docente continuará pero la computadora se usará para simplificar el proceso.

En el caso peruano, donde la Internet tiene una función secundaria en el diseño de la implementación, quizá las cosas no funcionen así. Si se insiste mucho en la noción de "libertad para autoaprender", los profesores pueden oponerse por razones siquiera aparentemente pedagógicas, encontrando en los padres de familia aliados de primera.

Educados bajo la consigna de "educación es progreso", y esperanzados en la ayuda para la vida doméstica que significan las actividades estructuradas y los ambientes controlados, la idea de "déjenlos descubrir" puede sonar desconcertante o directamente absurda. Si bien los resultados que se presentan como posibles serían maravillosos, siguen siendo solo potenciales resultados, y el proceso para llegar a ellos bien puede ser visto como una espectacular pérdida de tiempo: que los chicos hablen con otros todo el día, programando o simplemente conversando, sin aprender cosas " de verdad" como álgebra, historia, literatura o quizá hasta religión, carpintería o reparación de autos: cosas concretas, palpables.

Si a esto unimos politiquería confrontacional, escuelas a cargo de burocracias insensibles en un vasto sistema despersonalizado, una nueva alianza podría aparecer. No será suficiente para detener la implementación nacional de la XO-1, pero podría sí cuestionarla radicalmente, retirando el apoyo público y político y causando problemas dentro de los grupos políticos tras el proyecto. La XO puede terminar siendo un peso que impida que otras iniciativas tomen vuelo, por lo que se la abandonaría a su propia suerte, o se lo cambiaría en algo más manejable pero completamente distinto a lo que se buscaba.

Ciertamente, este es un escenario extremo. Probablemente lo que ocurra sea algo al medio, un estado permanente de programas piloto que proteja a todos los involucrados. Todos tendrán las espaldas cubiertas, y los políticos podrán seguir reclamando que luchan por el "progreso", sea esto lo que sea, y los intereses atrincherados de los involucrados seguirán a salvo. Los promotores de la XO podrán echarle la culpa del fracaso a aquellos que se opusieron. No lo será. La ingenuidad o el hubris serán los culpables, según el cristal con el que se mire.

miércoles, 5 de marzo de 2008

La simplicidad como virtud y como limitación


Como parte de la semana de la XO-1

A diferencia de la XO-1, he podido usar y ver usar la Classmate por bastante tiempo. Me gusta pero tiene limitaciones que la hacen particularmente complicada de juzgar. Si bien es un trabajo en progreso, y bien podría ser que próximas versiones solucionen algunos de los problemas que voy a detallar, igual mequeda la sensación que hay un bache de fondo que enfrentar antes de poder considerar que estas computadoras, y otras similares, son fundamentalmente beneficiosas para la educación.

La Classmate se parece más a una computadora desde la manera como se la abre. Un broche magnético se levanta y listo, la parte de arriba es la pantalla, la parte de abajo es el teclado y el grueso del fierro. Sobre el cuerpo de plástico, duro pero no tan duro ni ribeteado como el de la XO-1, hay una funda de plástico que sirve para proteger el cuerpo, para ofrecer un asa para su traslado, y asumo yo como una capa más de protección contra choques. La pantalla es más pequeña que la de la XO-1, pero es un LCD convencional que ofrece colores y resoluciones de computadora de "grandes", y que por lo tanto no se ve tan bien bajo la luz solar.

Es una computadora mucho menos protegida que la XO-1, pero mucho más que una laptop común. El cuerpo de plástico sobresale por los costados, creando una cobertura para los puertos y las ranuras de ventilación: esto revela una debilidad grande, que es tanto la vulnerabilidad al polvo y el agua que tiene por no ser hermética, y la relativa incomodidad que producen los puertos medio escondidos bajo las coberturas. El teclado tiene forma convencional, responde convencionalmente y aunque pequeño, es usable: un adulto con manos finas puede usar ágilmente esta computadora (no es mi caso) pero podría ser mejor teclas un par de milimetros más grandes, para hacerla ideal como una computadora de viaje, cosa que no creo que la XO-1 podría ser por sus limitaciones de forma.

Con un tamaño reducido, poco peso, diseño convencional aunque "achicado", corriendo Windows XP y con respuestas decentes, la Classmate es una computadora convencional en pequeña escala. Nada más. Se le puede poner Linux pero uno puede imaginarse a todos los hackers optando por una XO-1 para esa tarea. Ergo, llevar la Classmate a un colegio implica usarla como una computadora convencional, más encima considerando que Intel tiene una versión con Windows XP y Microsoft Office.

Aquí reside su virtud o su defecto, según el cristal con el que se mire, y sobre todo el acertijo para los que quieran pensar en incorporar computadoras a la educación escolar. La XO-1, para bien o para mal, es un paquete completo. Creo que el paquete es fallido y falaz; pero al menos es un paquete. La Classmate requiere mucho más trabajo de implementación porque sin este ejercicio, estamos ante la triste realidad de usar la computadora para crear técnicos en computación, en el mal sentido.

Me explico: una computadora solo sirve cuando uno tiene algo que hacer con ella; esta perogrullada es a veces ignorada y se asume que la computadora contiene virtudes inherentes que la harán funcionar maravillosamente, y que usarla, que dejar de ser un analfabeto digital para usar el término en boga, es imprescindible. Como no tenemos muy claro exactamente qué es el analfabetismo digital en la realidad laboral, educativa, social del Perú, terminamos asumiendo que la alfabetización no es más que aprender a "usar" la computadora, lo que produce clases de Windows y Office en las primarias de colegios privados de Lima. Nada más inútil que enseñar a usar paquetes...

Pero eso es lo que puede ocurrir con una Classmate. Sin el enorme esfuerzo de planificación, creación de contenidos y capacitación docente, de nada sirve tener una "mini-me" computacional como tampoco servía tener las computadoras de verdad que compró el programa Huascarán.

¿Existe una manera integrada, sistemática, de usar computadoras en la escuela, que no implique el fundamentalismo OLPC pero tampoco el laisser faire simplón y dañino de "enseñemos Office"? Creo que sí. Pero eso será en otro post...

Agradecimientos:
Isabel Lama, de Intel Perú, que me facilitó la Classmate.

martes, 4 de marzo de 2008

Verde profundo

Como parte de la Semana de la XO-1

Durante todo el tiempo que he hablado de las XO-1, no había tenido oportunidad de tocar una. Mi crítica al proyecto no se basa en la computadora, sino en el concepto a mi entender profundamente equivocado de centrar toda política educativa en un aparato. Solo hace poco he podido jugar con una XO-1, y lo que sigue son mis comentarios.

Hay que considerar que la XO-1 puede ser vista desde varias perspectivas. Digamos que la perspectiva más generosa sería la del geek, que ve en esta computadora una maravilla de ingeniería; el hacker podrá verla con la fascinación de ser una plataforma completamente abierta, pero al mismo podría desconcertarse por algunos baches que parecen elementales. El usuario de computadoras, como yo, verá limitaciones palpables y una utilidad limitada. La persona del común no entenderá mucho. Sigamos esta secuencia.

Es pequeña, compacta, se siente sólida y parece un juguete, no necesariamente en el mejor de los sentidos. Cuando se la prende, funciona, ofreciendo una pantalla que parece en blanco y negro pero que en realidad tiene un color tenue. Es fácil de manipular, su teclado es mucho más suave, y al mismo tiempo mucho más pequeño que cualquier otro que haya usado, no solo en el tamaño de las teclas sino en la altura relativa a la base del teclado. Esta base es muy delgada, sorprendentemente delgada, hecha de un plástico muy duro. El grueso de la computadora está en la parte de "atrás", con la pantalla. Es sin duda una pequeña obra de arte ingenieril.

Tiene varias cosas que desconciertan, que muestran que está todavía en proceso de afinamiento, por así decirlo. La interfaz no es clara, a pesar de la intención declarada de ser intuitiva: en realidad, sirve para demostrar que no hay nada intuitivo sino más bien, consistente o inconsistente, simple o innecesariamente complicado. No hay, o no parece haber claramente dispuesto, un espacio de archivos, sino que la información está organizada por actividades, sea objetos que permiten realizarlas, sea actividades realizadas. ¿Es esto bueno o malo? Volveré al punto más adelante.

Como dije antes, el color es tenue, como lavado. La pantalla tiene buena resolución y contraste pero igual se siente extraño que sea casi pálida. Los íconos requieren alguna explicación, pero no son absurdos o particularmente incomprensibles. La pantalla tiene buen tamaño, considerando el conjunto más bien pequeñito.

Yo no pude usarla para nada salvo como lector de textos electrónicos. El teclado no sirve para manos de adulto, y la versión de las computadoras que recibieron los donantes del programa G1G1 tiene un bug muy feo que hace que tras 10 o 15 minutos, el cursor se vaya al ángulo superior derecho de la pantalla y regrese ahí permanentemente; el único arreglo es reinicializarla. Como lector de textos lo que se hace es girar la pantalla sobre su eje y echarla sobre el teclado, cambiando la disposición de apaisada a retrato; esta función tiene problemas todavía, porque no ajusta los textos al tamaño más adecuado para la pantalla vertical, y el botón de navegación no se reorienta solo, con lo que avanzar implica presionar "arriba" y retroceder "abajo", algo poco natural. Nada que no se puedad cambiar en el firmware, imagino, o reprogramando el sistema, lo que da mucho placer a los hackers pero resulta horrorosamente poco práctico.

Mi piloto de pruebas, 10 años, varón, conocedor de computadoras pero ni por asomo con vocación de hacker, usó esta XO-1 por quince minutos sin problema alguno. Entendió casi todo o en todo caso ignoró lo que no entendía para usar otras cosas; jugó con el TamTam un rato, con eToys otro. Luego la dejó a un costado y siguió con su Nintendo DS. A mi pregunta obvia, respuesta interesante: no, no se confundió, no le costó trabajo usarla, le pareció simpática. Simplemente no le llamó tanto la atención como para dejar de hacer lo que estaba haciendo antes de recibirla.

¿Mi evaluación? Tratando de ser breve, en cuatro planos de comentario:
  • Hardware: Interesante pero menos impactante de lo que esperaba. Entiendo por qué han habido problemas con las "orejas", que sirven como cerrojos y antenas WiFi al mismo tiempo: se las siente muy vulnerables. El plástico duro, más duro de lo que uno está acostumbrado ahora, resulta algo incómodo. Intuyo dos áreas potencialmente vulnerables a mediano / largo plazo: el pivote sobre el que gira la parte superior, no continuamente sino por pasos, bien puede sufrir mucho en entornos inhóspitos y puede dejar de funcionar bien, complicando el uso; la base sobre la que reposa el teclado, si bien hecha de plástico durísimo, es muy delgada y podría quebrarse por maltrato. En general es tan pequeña y adecuada al uso infantil que me parece será inútil para un chico de 14 años, o menos quizá.
  • Software: más allá de los problemas mencionados, el conjunto educacional se ve aceptablemente bien hecho, pero habría que verlo en la "vida real", si es que sirve realmente para su propósito o si solo se lo podría usar fuera de horas, por estar fuera de la lógica instruccional que se usa en los colegios. La funcionalidad de lector de textos es mero Acrobat, y carece de lo más importante: capacidad de anotación. El software permite interacción en ciertos casos, pero no lo hace para la lectura, lo que me parece un área que demandaría urgentemente acción. En el rango de edades en cuestión, los libros son al mismo tiempo cuadernos de trabajo: en la actualidad, un texto es un texto intocable.
  • La interacción con otros entornos: todo el sistema tiene su propia lógica, lo que es bienvenido. Pero al mismo tiempo, esta lógica está completa alejada de aquella que usan las computadoras "en el mundo real", desde Windows hasta Linux. La idea de organizar el uso como un diario (journal) no tiene nada que ver con la muy común lógica de archivos, que asumo se puede criticar por muchas razones pero igual, es la lógica predominante y por lo tanto, la que será usada por los chicos y sus profesores en el ya citado "mundo real". Podrán decirme que se puede montar Sugar (la interfaz) sobre Linux, pero eso no es el mundo real: es el mundo hacker, con muchas virtudes pero habitado por muy poca gente.
  • La pertinencia: es una computadora muy interesante; el software es interesante. Hay problemas, pero intuyo que nada que no se pueda solucionar con paciencia y algo de tiempo. A pesar de esto, me sigue pareciendo un camino errado.
Me explicaré con una metáfora literaria: cuando, tras haber construído la computadora más potente imaginable, los habitantes de una dimensión distinta a la nuestra deciden interrogarla, le piden la respuesta a la pregunta sobre la vida, el universo y todo lo demás. Cuando tras un muy largo plazo la computadora les da la respuesta (que no voy a mencionar para no arruinar el efecto), los intelectuales en cuestión quedan tan desconcertados que solo una observación los logra sacar de su catatonia: tal vez, en su apuro por saber la respuesta, no se preocuparon de formular bien la pregunta...

Esto es lo que siento con la XO-1. Seguros de tener la respuesta, todo, desde el hardware hasta el software, fue diseñado asumiendo que funcionaría no solo en términos computacionales o informáticos, sino educacionales. Que todos los problemas de la educación tienen respuesta en la computadora, aun cuando no sabemos cuales son esos problemas... o si vamos a crear nuevos problemas. ¿Qué pasa si cambiamos el sistema educativo, bajo la premisa que todos los chicos se van a estusiasmar con la computadora, y luego resulta que no es así? ¿Qué pasa si asumimos que los problemas de software que se presenten serán enfrentados por los propios chicos, y luego resulta que nadie quiere enfrentarlos? En otras palabras, ¿y si los problemas son otros? La escuela es para todos, pero parece que los que han pensado este proyecto solo han visto un tipo de potencial y han asumido que todos los tienen. Bien puede ser otro el caso.

Usar la XO-1 me ha servido para darme cuenta de esto: es un pedazo sensacional de tecnología que bien puede terminar siendo un pequeño estorbo a la creatividad, interés y dedicación de millones de niños que nunca serán hackers o geeks, sino solo usuarios laborales o prácticos de computadoras. ¿Cuánto hemos pensado en ellos?

Agradecimientos:
  • Steve Cisler, que me prestó la computadora.
  • Manuel Bello, que formuló mejor que yo la idea de la diversidad en la escuela.
  • Douglas Adams... ¿obvio, no?

lunes, 3 de marzo de 2008

¿Cuánto influye la tecnología en el desarrollo?

Como parte de la Semana de la XO-1

El entusiasmo por las computadoras, los teléfonos móviles y la tecnología en general, guarda relación directa con el deseo de ver al Perú en camino al desarrollo. Aunque nuestro sector tecnológico es minúsculo y casi carente de valor agregado, igual el consumo significativo de tecnología (en la forma de teléfonos móviles y consumo de contenidos en la Internet) nos indica que parece haber una inclinación hacia aprovechar la difusión de las tecnologías para acelerar nuestro proceso de desarrollo.

Claro está, las condiciones inmediatas de la economía peruana son inmejorables; la pregunta más importante es cómo hacer para que esto continue hacia el futuro, de una manera que no sea solamente vender minerales y comprar celulares, sino tener que comprar minerales porque estamos vendiendo celulares, al mejor estilo de Corea del Sur, que hace cincuenta años estaba peor que nosotros y ahora, bueno, mejor no hablemos del tema.

Pero ¿bastará con meter herramientas, como las computadoras, para transformar la economía? Obviamente este tema es complejo y requiere más un libro que un post en un blog, pero algunas ideas sacadas de un informe reciente del Banco Mundial y de su glosa en el Economist pueden servir.

Para ir al punto: si bien los países "emergentes" somos muy buenos para adoptar nuevas tecnologías, en general, somos malitos para difundirlas dentro del país mismo. El informe dice que en los países desarrollados una nueva tecnología suele difundirse rápidamente hasta alcanzar escalas de mercado masivo; en los países como el Perú, en la mayoría de los casos el avance es mínimo; rápido pero apenas un pequeño porcentaje, una isla.

¿Por qué? Hay al parecer dos grupos de razones. Primero, herencia tecnológica, la pobreza previa en cuestión como infraestructura básica, que limitan mucho el desarrollo de una tecnología más reciente. La falta de electricidad, o su alto costo, mala calidad o inexistencia de carreteras, etcétera. Aquí mismo vemos cómo la pobreza de los vínculos de transporte hacia la sierra central está trayendo grandes problemas de crecimiento económico en el Valle del Mantaro.

El segundo conjunto es más complejo pero probablemente aún más crítico: capital humano, y base científico / tecnológica. Si el estado no funciona, si la educación no logra resultados, si el entorno de negocios no es favorable, etcétera, las élites se conectarán, lograran usar la tecnología para hacer mucha plata, y traerán conflictos y baches en el desarrollo general, porque se despegaran del conjunto y podrán traer más desigualdad. Desarrollar solo la educación, o solo un aspecto de la educación, bien podría traer como consecuencia que un grupo encuentre opciones fuera del país o en los bolsones desarrollados, pero no va a ser una solución.

En otras palabras: la tecnología sirve si tiene cómo florecer, si el entorno es favorable en general. Si no, termina favoreciendo a unos cuantos o fomentando la huída de capital humano.

¿Les suena conocido?

He dejado varios puntos fuera, pero quisiera terminar enganchando con las computadoras: la difusión artificial de una tecnología es insostenible. Esta conclusión la saco yo, pero igual creo que es consistente con lo dicho hasta ahora. El gran riesgo de incrustar en la sociedad una tecnología inventada fuera es que no creará nada orgánico a los patrones de desarrollo de un país, pero sí posibilitará mejorías de capital humano que no tendrán cómo canalizarse localmente. Este "localmente" es en las comunidades o a nivel nacional.

sábado, 1 de marzo de 2008

Televisión Digital: realmente, ¿cuánto tomará?

El 29 de febrero debería haberse publicado la decisión de la comisión que evalúa los tres estándares de televisión digital terrestre, pero pidieron y se les concedió un mes más. Incluso cuando la comisión termine su trabajo, vendrá la espera para la decisión final, y luego el diseño de la implementación.

Brasil, que escogió su propio sistema adaptado del japonés y cambió el codec de video de MPEG-2 (estándar en los tres estándares) al mucho más actualizado H.264, comenzó a transmitir en diciembre del año pasado y se ha puesto como meta un apagón analógico, es decir el fin de la televisión como la conocemos, en junio del 2016. Casi nueve años...

¿Cuánto tomará aquí? Si tenemos decisión este año, y plan de implementación con metas claras, no creo que menos de ocho. Claro, se puede comenzar por partes, por ejemplo apagando Lima primero y luego poco a poco el resto del país, pero hay muchas variables en juego y los costos no son irrelevantes; no solo para los consumidores, sino sobre todo para los radiodifusores, que finalmente son los que pagaran por equipos nuevos y demás.

¿Habrá, en el 2018, suficiente interés en la televisión digital terrestre como para que todo esto funcione? Imposible de saberlo... pero tal vez sea bueno considerar dos ejemplos. Holanda, que hizo su conversión a finales del 2006, la logró porque 90% de los hogares tienen cable; EEUU, el mercado más grande y donde todo se ha dejado en manos de los radiodifusores pre-existentes, ha movido varias veces sus fechas y ahora tiene como límite el 17 de febrero del 2009. Estamos hablando además de estímulos, como bonos pagados por el estado para que los televidentes compren convertidores de señales.

Mientras tanto, mucha gente sigue comprando televisores de media y alta definición (720p y 1080i) donde la señal analógica es horrible, sea abierta o por cable, y ni siquiera los DVD estándar se ven particular mejor (sí se ven más grandes y tal vez con mejor formato). Las series de televisión norteamericanas, filmadas en película de cine y con formato 16:9, se ven cada vez peor, con encuadres pensados para el 16:9 que quedan pésimo en 4:3 (hoy veía Heroes y en una escena se veía el pelo de Nikki y la papada de Matt; todo lo demás quedaba fuera del 4:3). Y el escenario finalmente no es tan atractivo: ¿quién quiere ver a Bayly o al Especial del Humor en HD?

Con los medios en flujo, cambiando a cada rato, es bien difícil especular sólidamente sobre qué nos espera en 10 años. Lo que sí tengo claro es que a diferencia del gradual pero fascinante proceso de paso del blanco y negro al color, hecho por las patas de los caballos y mediante contrabando entre 1978 y 1980, esta vez el proceso va a ser más largo, menos atractivo y quizá hasta trivial.

Conversamos en un mes y luego evaluamos en 10 años...

Coming atractions: la semana de la XO-1

Ante la llegada de las XO-1 al Perú, y tras enterarme que para alguna gente asociada a la implementación en nuestro país soy algo así como las siete plagas de Egipto 2.0, e inspirado en la semana del tiburón de Discovery Channel, aparecerán en este blog cinco artículos sobre el proyecto OLPC para consumo masivo (bueh... para los 15 gatos que leen este blog).

Lunes: por qué para el desarrollo no bastan las computadoras.
Martes: la XO-1, una experiencia personal.
Miércoles: la Intel Classmate, una comparación con la XO-1 y con computadoras portátiles en general.
Jueves: dos artículos antiguos pero que creo siguen siendo válidos, publicados originalmente en OLPC News y traducidos al español.
Viernes: qué le falta al proyecto en el Perú para que podamos juzgarlos correctamente (el recetario).

Y terminaré con una crónica de lugares para aligerar el tono.

¡No se lo pierda!