miércoles, 30 de abril de 2008

Ideas para el sr. Castañeda

Tengo la suerte de no tener que atravesar Lima todos los días, pero igual, el solo cruzar La Marina o salir para cosas puntuales hace más que evidente el estado completamente descontrolado del caos que es el tránsito. Un regalo más del sr. Alcalde, quien no contento con abandonar la seguridad ciudadana, ignorar el transporte público y bastardear parques, ahora pone cara de yo-no-fui y trata de hacerse el loco sobre su responsabilidad en el caos. Como ya lo he dicho, no creo que sea alguien capaz de hacer nada interesante, creativo u original.

Pero como hay que ser buenos ciudadanos, alabar las obras y no hacer olas, propongo las siguientes ideas para que alguien se las sople en el oído. Convencido estoy que no les va a hacer caso, pero igual. Hay que colaborar.
  • Agradézcanos: Personalmente, o a través de un segundón, póngase en las esquinas y personalice ese "gracias por dejarnos trabajar". Encima puede explicar cuál es su plan para hacer algo con la ciudad aparte de construir obras.
  • Ilusiónenos: Diganos que vamos a ganar un premio, que con el tiempo ahorrado cuando todo termine podremos estar menos en el auto y más haciendo lo que queremos. Diga que las vistas de la ciudad desde las alturas de los nuevos bypasses serán maravillosas; que ninguna otra ciudad de América Latina tiene los bypasses que vamos a tener.
  • Sea creativo: Rebautice las obras: en vez del Corredor Segregado de Alta Capacidad, póngale "La Ruta Mística al Sur"; en vez del óvalo Habich, llámelo "El bypass mágico del norte". Un toque Disney, tan útil en el Parque de la Reserva, podría ser una alternativa interesante.
  • Asústenos: "ustedes creen que esto es caos, pero cuando se comience a construir el triple bypass de Javier Prado y Arenales, o el intercambio subterráneo de Cuba con la Arequipa, o la autopista al Cono Este que requiere demoler un par de cerros, hay va a haber caos... "
  • Coordine: ¿qué tal evitar el roche de planear desvíos en calles que están en obras? No debería ser tan difícil.
  • Asústenos con una variante del anterior, pero monetaria: "estamos planeando hacer las obras en la mitad del tiempo, pero vamos a tener que cobrar peaje en cada bypass..."
  • Echele la culpa a otros: "no nos dieron la plata a tiempo, y somos muy educados para andar pidiendo"; "nadie nos aviso lo de las cumbres"; "el ministro XXX (de Toledo, por supuesto) nos dijo que había una estación bajo en el Paseo de la República República y que solo había que desenterrarla".
  • Presente su estrategia de cooperación: "en realidad, las obras se están haciendo recién ahora para que cuando lleguen los europeos en dos semanas, les de tanta pena que nos regalen plata; si nos va bien ahora, esperen a ver cómo vamos a dejar la ciudad para APEC: nos van a querer adoptar..."
  • Haga algo de verdad: ¿qué tal? Por ejemplo, prohiba la circulación de vehículos pesados entre las 7.00 y las 9.30 y entre las 5.00 y las 8.00; no hay nada más agradable cuando se va por la Javier Prado que ganarle un semáforo a un camión con acoplado. O tal vez podría prohibir obras que tomen las pistas de avenidas secundarias como la San Felipe o la Bolívar en horas punta.
En fin...

martes, 29 de abril de 2008

Tres libros tres

Valen la pena aunque no dejan de tener aspectos discutibles

En el tema de derechos de autor, el Grupo Copia Sur, se plantea las siguientes preguntas: "¿Cuáles son los problemas que las leyes restrictivas ocasionan a los bibliotecarios, maestros y estudiantes del Sur global? ¿Quién se beneficia de la privatización de la cultura? ¿Acaso el Sur global, en donde habita más de dos terceras partes de la población mundial, se beneficia económicamente de la constante expansión del sistema internacional de copyright? " La respuesta está en el Dossier Copia Sur, que muestra posiciones bien sustentadas aunque el baño ideológico que los seguidores de Hugo Chávez le ponen a veces resulta molesto. Igual, un buen aporte.

Encuentro en Razón y Palabra el informe eLAC 2007 Industria de contenidos en América Latina, que parece ser una buena guía introductoria a la situación de los medios masivos y nuevos en la región. A primera vista, algunas premisas de investigación no me convence pero el levantamiento de datos solo ya es útil.

Finalmente, en DIRSI aparece el informe sobre telefonía móvil, marginalidad y criminalidad en Lima de Jaris Mujica. Interesante, innovadora. Lástima que el sitio de DIRSI no sea particularmente ágil, porque cuesta trabajo llegar al documento.

sábado, 26 de abril de 2008

Software libre: de lo práctico a lo epistemológico

He visto en el Comercio que hoy sábado se inicia el Festival Latinoamericano de software libre, con muchas e interesantes actividades a lo largo del Perú. Iniciativa oportuna, conveniente y sobre todo saludable, puesto que el concepto mismo y las aplicaciones del software libre son todavía patrimonio de pocos.

Entonces, me tomaré la libertad de escribir algo sobre el tema. Primero que nada, ordenando la discusión, porque todavía hay mucha mezcla de ideas y conceptos cuando se habla de software libre. El FLOSS, o Free, Libre, Open Source Software, es una categoría específica: software que no es que sea gratis, sino que está libre, es decir no se le asigna valor monetario específico por lo que no podría entregarse gratis, dado que esto supone que alguien ha decidido no cobrar; más bien, no se puede cobrar porque no tiene valor monetario. Además, es de libre modificación porque el código mismo está a disposición del usuario para ser alterado como lo prefiera.

Obviamente, no se trata de categorías que impliquen unas a otras: un programa puede ser de código abierto pero no ser de libre distribución, por lo que un usuario podría modificarlo pero no facilitar dichas modificaciones a un tercero. Etcétera. Realmente se pone denso y si quieren adentrarse en la cuestión más existencial del FLOSS, pueden ir aquí, aquí, aquí y también aquí. Consideren que es un debate complejo y que por lo tanto, otras opiniones pueden sonar distintas, y por ello, YMMV.

Lo que me interesa más es la lógica tras el software: finalmente, la razón por la que uno usa un programa determinado, desde un sistema operativo hasta un paquete de edición de video, es para hacer algo con él. La información que uno dispone, el hardware al que se tiene acceso, y los intereses concretos que uno tiene, deberían ser los elementos fundamentales para escoger un paquete frente al otro. En un mundo ideal, claro está.

La cosa es que el hardware cuesta y que el software, pues también aunque a veces no lo parezca. Muchos compran la computadora y la "consiguen" con esos maravillosos DVD de 15 soles que traen todo lo que uno puede soñar. Para empresas y organizaciones bajo la égida de la SUNAT y el Indecopi, no queda más que pensar cuánto vale la pena gastar para lograr cierto nivel de productividad.

Aquí es donde el primer aspecto del software libre se vuelve relevante: es práctico usarlo en ciertas circunstancias para bajar costos. Mientras más genérico es el uso, más práctico: un navegador, por ejemplo, es perfecto ejemplo, puesto que mal que bien todos hacen lo básico bien y solo algunas funciones relativamente esotéricas son implementadas de distintas maneras. El éxito de Firefox, que más allá de ser libre o no, es un fantástico navegador, sirve como prueba. El Firefox funciona porque hace muy bien lo que mucha gente necesita, y además deja margen para que los usuarios más especializados cuenten con herramientas para adaptar el software lo suficiente como para que haga lo que se quiere.

Pero este punto nos ofrece una frontera compleja, entre el uso genérico y el especializado. Un usuario más o menos sofisticado que quiere, por ejemplo, copiar al disco duro videos de YouTube, puede hacerlo con una extensión para Firefox y ser feliz. Un usuario menos sofisticado necesita ayuda; muchos de estos usuarios nunca llegarán a moverse solos como especialistas, con lo que dependerán de alguien. Compliquemos el modelo y pensemos en usuarios por centenas o miles, y en aplicaciones más orientadas a la productividad, y el ahorro de costos del software libre tiene que estimarse con más finura. Las razones prácticas para el software libre son entonces las mismas del software comercial: cuál provee mejores soluciones a menores costos.

Pero al otro extremo de la discusión, están los activistas del software libre. No voy a entrar a calificar sus razones, sino a describir sus actitudes. Para ellos, el FLOSS ofrece la mejor manera de participar en un constante ejercicio de interpretación del mundo. Colectivamente, se aproximan a los problemas y colectivamente los solucionan, con el disfrute asociado a este logro como principal objetivo del proceso. No buscan ser dueños del mundo sino sus demiurgos.

Obviamente, no todos los son: hay algunos en la cumbre de la pirámide que son efectivamente demiurgos, y otros que son cheerleaders. Obviamente, el demiurgo ve el mundo como tal, y convoca a los demás a compartir su visión. Forzando la metáfora hasta el máximo: son gnósticos prometeicos. Nos liberan a través de su interpretación creativa del mundo. Su mandato moral, su imperativo hacker, es liberarnos no solo del monopolio de Microsoft, sino de la idea que debemos depender de otros para conocer el mundo, y que es necesario dividirnos entre los que hacemos y los que usamos; es posible ser un poco de cada cosa y por lo tanto, participar entre todos de la creatividad humana. De esta manera, nadie es dueño del conocimiento, sino que todos somos partícipes de un pedacito de él, haciéndolo libre.

Por esta particular entrada epistemológica, los hackers del FLOSS son tan virulentamente activistas. Buscan convencernos a través de sus acciones y sus palabras que el cambio es necesario y que está al alcance de la mano, si solo aceptamos dejarnos llevar. Por eso subieron con tanto entusiasmo al proyecto OLPC: los hackers vieron en la XO-1 el camino para llevar su visión al mundo entero: ¡cómo negarse a ofrecerle una ruta hacia el nirvana informático a todos los niños del mundo! Por eso las recientes palabras de Negroponte son tan dolorosas.

Entonces, tenemos dos miradas sino conflictivas, sí poco complementarias. Las razones prácticas para usar software libre no alcanzan a justificar, ante los ojos del hacker, la carencia epistémica. El deber del hacker es no solo convencerte de usar software libre, sino entender por qué es mejor. Para el práctico, la elección es racional en una escala menuda. Para el hacker, no hay elección, salvo que los procesos mentales sean falaces o que estemos sometidos a la fuerza monetaria de un tercero.

viernes, 25 de abril de 2008

Aprodeh: un error táctico, estratégico y conceptual

La decisión de Aprodeh de participar en el debate promovido por el Estado Peruano sobre el estatus terrorista del MRTA ha sido un error enorme. El daño para la causa de los derechos humanos es colosal y las consecuencias pueden ser importantes. Basta ver a Giampietri o a Raffo para notar cuánta munición se les ha dado.

Tácticamente, en medio del juicio del Fujimori, cuando hay causas sobre libertad de expresión que amerita la atención de la comunidad de derechos humanos, es una gran metida de pata desviar la atención pública por una simpleza que realmente no resulta relevante. El MRTA podrá no existir, pero cualquiera que reinvindique su nombre está reinvincando todo lo demás: no merece pues más protección que la defensa de su derecho a ser necio, pero negar la naturaleza terrorista de la organización es ridículo.

Estratégicamente, el esfuerzo por dejar claro que la defensa de los derechos humanos es un ejercicio democrático y no un mascarón de proa o un caballo de Troya de los terroristas, requiere claridad en las causas que se defienden. Hay muy poca distancia entre el argumento "el MRTA está desactivado" del pedido de amnistía para Polay o su defensa con el argumento de "lucharon por el pueblo pero estaban equivocados". Es un paso más en la vocación de capilla de la comunidad de derechos humanos, a contracorriente de los llamados a ser inclusivos y a buscar ampliar la base de la argumentación, en vez de cerrarla cada vez más en una serie de especialistas, para no usar términos más religiosos.

Además, el argumento de Aprodeh que "el peligro de sobredimensionar a dicha organización es que se utilice esto para pretender justificar la política represiva y las detenciones injustas como ha sucedido en el caso de las siete personas que participaron en un evento público en Ecuador y el hostigamiento contra de 35 defensores del medio ambiente" suena correcto pero es al mismo desviar la discusión. La carga probatoria demanda demostrar que el implicado es parte y ha coordinado con el MRTA sus acciones, y si algún tarado comienza a decir que "representa a los presos del MRTA" hay que defender su derecho a ser tarado, pero no por ello el MRTA debe ser saneado, ante la opinión pública internacional.

Conceptualmente, Aprodeh ha decidido que las listas de organizaciones terroristas deben servir como presentación de organizaciones, y no como condena de métodos y causas. El MRTA ya no existe, ergo no debe estar en la lista. En mi opinión, la cosa va a la inversa: el MRTA actuó como actuó, ergo no hay forma de sacarlo de la lista. Esta debe incluir a las organizaciones que estén actuando pero también a las que hayan actuado para impedir que alguien pueda reinvindicarse miembro de una organización "reformada". El MRTA no es el M-19 de Colombia, que acordó incorporarse a la vida democrática y organizadamente dejó sus armas: el MRTA fue destruido peleando. Si algún emerretista hubiese quedado libre, estaría aliándose con las FARC y planteando la unión de los revolucionarios latinoamericanos.

Lamentablemente, hemos retrocedido varios años. La ingenuidad purista del que vive ensimismado en una problemática y solo una, quiero creer, tiene la culpa. Pero igual, perdemos todos.

Enlaces:

jueves, 24 de abril de 2008

La ciudad en la bahía


Cuestas, colinas, cerros... varias formas de llamar a la característica geográfica predominante de San Francisco. En la punta misma de la península que corona California central, con el Océano Pacífico a un lado y la bahía de San Francisco al otro, esta ciudad tiene personalidad, tiene color, tiene encanto y sobre todo, tiene colinas.

Que quede claro: es una maravilla de ciudad. No es tan pequeña como se podría pensar, pero es una ciudad compacta, claramente urbana, similar a Manhattan en su escala. Como Nueva York, es obviamente una ciudad de comercio, creada para hacer plata por encima de todo, como su plaza principal, Union Square, lo demuestra: rodeada de tiendas y hoteles, es un emporio comercial. Su fama de tolerancia y diversidad es reciente y tiene más que ver con las realidades del comercio que con alguna especial tendencia ilustrada de sus habitantes, aunque es evidente incluso en sus calles.

San Francisco es una ciudad fotogénica como pocas. Sin monumentos hechos por el hombre particularmente llamativos, salvo por el puente Golden Gate y la prisión de Alcatraz que no están realmente en la ciudad, su belleza reside en la manera como se la ha construido en una geografía más que difícil, fastidiosa. Sus cuestas son intimidantes pero manejables de varias maneras, incluyendo autos; la ventaja es que le dan una personalidad única. A pesar de su historia de terremotos, incluyendo la devastación de 1906, tiene arquitectura impresionante, incluyendo la impactante Aguja de Transamerica y varios edificios que en el conjunto, parecen inverosímiles: ¿cómo atreverse a vivir o trabajar en esas alturas si en cualquier momento el zamacón será terrible?

Quizá por eso es una ciudad tan íntima. Me explico: frente a metrópolis intimidantes como Nueva York, como Londres, como Hong Kong, San Francisco aparenta ser más un gran barrio, una colección de rincones manejables una vez que las elevaciones pasan a segundo plano. Sin grandes avenidas como París, sin las aglomeraciones inmensas de la gran manzana, con algo del relajo ontológico de Amsterdam, San Francisco da la impresión de estar a la mano, de ser fácil de entender y de vivir. Su fragilidad no solo telúrica, sino también humana, termina por darle algo de simplicidad. Mucho se ha escrito sobre la ineficiencia de su transporte público, de lo difícil que es darle espacio a todos los grupos que quieren opinar en la gestión edil. Igual, no es tan grave. San Francisco, cuyo pasado hispánico solo aparece en el nombre gracias a los terremotos, logra hacerse querer con más rapidez que otras grandes ciudades.

Claro, ayuda que sea el centro de un mundillo con personalidad, antes que el pivote de miles de barrios. Mientras que Nueva York es mucho más que Manhattan, o que Londres resulta interminable en sus barrios étnicos y sus áreas sin gracia, San Francisco vive un tanto medrando de la compañía que le da personalidad pero que no se le superpone: desde el cercano valle del Silicio al sur hasta la "República Popular de Berkeley", cruzando la bahía; desde la insípida crudeza urbana de Oakland hasta el encanto portuario de Sausalito, San Francisco aprovecha que está al medio de todo sin ser ella misma todo. Uno puede estar en ella sin tener que ir a los demás sitios, y su personalidad disfruta la cercanía de la variedad sin contaminarse.

Dejando de lado las atracciones estándar de Alcatraz o del simpático Fisherman's Wharf, lo más simpático en la ciudad es simplemente caminarla. Desde el barrio chino hasta las calles de Haight Ashbury, o en los alrededores de Union Square, San Francisco muestra su carácter cuando se la escucha, se la mira y se la huele: a fin de cuentas una gran ciudad, no es limpia y aséptica como el resto del área, ni tampoco la pobreza y miseria, los vicios aparentes y las mezclas de costumbres y estilos de vida molestan más allá de lo inmediato. Salvo para el turista Disney-style, San Francisco es una experiencia orgánica, una gran ciudad mundial con el necesario cambalache que acompaña la inmigración del mundo entero y la globalización humana.

No habrá que llevar flores en el pelo, pero igual, la ciudad en la bahía, ahí donde Tony dejó su corazón, es una bella y no muy tosca perla en el collar de maravillas de California.

miércoles, 23 de abril de 2008

Dos visiones, una computadora: el conflicto en OLPC

Alt1040 (leído gracias a Ocram) mencionaba el problema del teclado de la XO-1, presente en muchas computadoras del programa G1G1. No hay información sobre si este problema ocurre con las computadoras ya entregadas al ministerio de educación, pero imagino que no hay mucho interés en andar discutiendo este asunto.

En realidad, el teclado es el menor de los problemas para OLPC, porque tiene solución, siempre y cuando haya OLPC para solucionarlo. La crisis que vive la organización en cambio, puede terminar por matarla. Desde el año pasado varios de los técnicos se han ido alejando, sea en relativos buenos términos (Mary Lou Jepsen) hasta lo que parece una diferencia de opiniones esencial, como ha pasado con Walter Bender. Hay que recordar que Bender ha sido la cara de OLPC en el terreno: mientras Negroponte venía a Lima para shows mediáticos, Bender iba a colegios, hablaba con desarrolladores y "se ensuciaba las manos", si me permiten la metáfora.

Nada raro: Negroponte es un futurologo y un cheerleader, no un tecnólogo. Bender es un especialista en tecnología que además tiene convicciones bien claras sobre la utilidad de las computadoras bajo un modelo de construccionismo individual.

Ahora Bender se ha ido: todo indica que el conflicto yace en visiones opuestas de para dónde ir ahora, cuando OLPC ha visto que no logra cumplir con sus objetivos.

Siempre se ha dicho que OLPC es un proyecto educacional. La manifestación concreta de este proyecto es, según muy recientes declaraciones de Negroponte, "llevar computadoras portátiles para el aprendizaje a los niños en los lugares más pobres y remotos del mundo". Para otros, como Bender, según sus declaraciones tras su renuncia a OLPC, el propósito es distinto: "construir una comunidad de desarrolladores, educadores y estudiantes dedicados a promover la calidad de software libre y de código abierto para el aprendizaje, así como compartir aproximaciones pedagógicas en estas comunidades mediante la adopción del espíritu y la metodología del movimiento de código abierto".

Más claro, ni el agua límpida que baja de los Andes. Bender quiere seguir desarrollando Sugar, el sistema / interfaz actual de la XO-1, para que sean una herramienta pedagógica. Negroponte quiere vender computadoras. Más todavía: si es necesario poner Windows XP como sistema operativo en las XO-1, con Sugar como interfaz corriendo encima del XP, pues habrá que hacerlo. Lo importante es que hayan computadoras por el mundo.

Aquí es donde viene lo bueno: los promotores más empecinados de la XO-1 han sido los creyentes en el software libre. Para la gran mayoría de ellos, convertir a la XO-1 en una más de las muchas computadoras baratas y simples que pueden correr XP es simplemente una aberración. Wayan Vota, por ejemplo, ha dicho que si ese el camino, su excelente sitio sobre OLPC, www.olpcnews.com, no merece el tiempo que le ha dedicado y mejor lo entregará a la comunidad de desarrolladores de Sugar.

Este es un conflicto potencialmente fatal. ¿Cómo nos afectaría? Buena pregunta. Sin gente como Bender, el avance de OLPC va a quedar tronchado; si las XO-1 comienzan a tener XP, en un montón de casos, el énfasis va a ser usarlas para producir "monstruos de la computación" antes que para una transformación de la educación.

Mi opinión sobre OLPC sigue siendo la misma. Es un error. Pero cómo quedará la cosa cuando el sistema de soporte mismo de la idea, la fundación OLPC, se haya transformado completamente en una operación pragmática dedicada a vender computadoras, es un tema para debate considerando la inversión prevista y el enorme esfuerzo que ha implicado. Sería saludable escuchar la opinión de los promotores oficiales en el Perú.

martes, 8 de abril de 2008

Están invitados

La virtualidad real: el tejido de la vida digital

Miércoles 09 de abril / 7 p.m.
A cargo de Eduardo Villanueva, en el Centro Fundación Telefónica, Av. Arequipa 1155.

La experiencia cotidiana de millones de personas en el mundo entera está marcada por la utilización de dispositivos, redes y servicios digitales. Este tejido digital, llamado ciberespacio gracias a William Gibson, aparente ser el mismo en todo el mundo, tener la misma estructura y los mismos patrones de uso.

Sin embargo, tras las formas digitales aparecen las prácticas sociales que existen en cada versión local del ciberespacio, o si se quiere, en cada una de sus provincias. Partiendo del concepto castelliano de virtualidad real, la exploración nos llevará desde las múltiples manifestaciones provinciales hasta las realidad globales, ofreciéndonos una perspectiva de continuidad en la diversidad y de autonomía en la clara tendencia hacia la unicidad global.

El caso RBC/MDC: regulando el rol del estado en los medios privados

Bien documentado, tanto por José Alejandro Godoy como por Marco Sifuentes, está el controversial caso de la publicidad del ministerio del interior en RBC. Aparecen a partir de esto al menos tres grandes líneas de reflexión:
  1. La blogósfera local ha logrado un pequeño gol. Digo pequeño porque no podemos saber todavía qué tan decisivo es, pero igual, el rebote de la investigación de José Alejandro en medios es un gol; la falta de respeto de la Primera es también una señal del éxito pero más todavía de lo que falta por recorrer, porque es obvio que han sentido que no tienen la más mínima obligación de citar la fuente.
  2. La chatura moral de Alva Castro impacta aunque no sorprenda. En su desesperado intento de sobrevivir políticamente, está haciendo todo lo que su presidente ha dicho que no haría: usar el dinero de todos los peruanos en frivolidades, en este caso, en tratar de quedar bien. Lamentable.
  3. El estado sigue teniendo un arma poderosa en la publicidad, pero más todavía en la falta de energía en hacer cumplir la ley. El congreso, que finalmente tiene potencialmente mayoría opositora, debería haber por lo menos armado un escándalo sobre la decisión de contratar a dedo la publicidad ignorando disposiciones existentes; la opinión pública, o por lo menos los medios, debería exigir el retiro efectivo de esa publicidad por irrelevante y contraproducente. Ya sé que tendríamos que ser enormemente ilusos para esperar semejante comportamiento de los otorongos y los mermeleros, pero igual, no todos son así ni en el congreso ni en los medios.
Todo esto nos lleva a una pregunta esencial: ¿para qué debe hacer publicidad el Estado? Normar esto es complejo porque finalmente nadie quiere vivir sometido a camisas de fuerza, pero hay reglas de sentido común que sí puede aceptarse como punto de partida: el Estado puede hacer uso de publicidad para difundir acciones en beneficio de la población, para promover posiciones de política pública, para motivar la participación ciudadana. Mucho más, no.

Si aceptamos este punto de partida, la única lógica para escoger un medio en el cual colocar avisaje es el rating, porque garantizar llegar a la mayor cantidad del público objetivo. Esto es lo que pide la ley: una racionalidad de públicos tras la elección de un radiodifusor. Habría también que considerar si realmente la publicidad televisiva o impresa sirve tanto como otras estrategias de comunicación, aunque no creo que hayan posibilidades de análisis muy sofisticado sobre comunicación en las condiciones actuales del Estado peruano.

Bajo esta óptica, la publicidad del Ministerio del Interior motivo de la discordia es un absurdo y no pasa la más mínima evaluación de pertinencia. Es un simple ejercicio de imagen institucional que intenta mostrar al ministro Gorgory en la mejor luz posible. Considerando que los peruanos no tenemos por qué pagarle la terapia de autoestima, lo de colocar la publicidad en RBC es la cereza en la torta, no el problema principal.

Ojalá fuese esta la ocasión para enviar al señor Alva Castro de regreso al congreso. Sé que es otro sueño de opio, pero bueno, quién sabe. Finalmente, vivimos en el paraíso, así que quizá algún día haya un milagro.

lunes, 7 de abril de 2008

Alabanzas de la comida peruana

Algo más ligero, por así decirlo, para comenzar la semana: el Observer, la versión dominical del Guardian, ha publicado una deliciosa crónica en alabanza de la comida peruana. Vale leerla completa, pero dos observaciones merecen traducción inmediata:

Machu Picchu may be one of the new Seven Wonders of the World, but it is really just a four-day schlepp up a big hill to watch the sunrise over a pile of rubble. The real reason to visit Peru is the food.

(Macchu Picchu será una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo, pero no es más que una arrastrada de cuatro días hasta una colina para ver el amanecer sobre un montón de escombros. La verdadera razón para visitar el Perú es la comida)

Podrán decir que ya lo sabemos, pero igual es interesante escucharlo con tanto énfasis. Considerando que el periodista no fue al Norte del país, digamos que le faltó la tercera gran pata de la mesa (comida criolla, comida andina así en general, y comida norteña). Tampoco fue a la selva pero la comida de allá no es tan interesante como el resto del país.

Para terminar, una pregunta que tiene eco permanente en Gastón Acurio: "How can it be possible, with such amazing and diverse foods on offer in this country, that every high street in the world does not have a Peruvian restaurant alongside the Indian, Italian and Chinese ones?" (¿cómo es posible, que con tal asombrosa y diversa oferta de comida en este páis, no haya un restaurant peruano al lado de los restaurantes indios, chinos e italianos de cada calle comercial del mundo?).

domingo, 6 de abril de 2008

Pronósticos sobre el pasado: a dónde llevar la televisión del estado

El desmadre de TV Perú comenzó con el cambio de nombre y nueva imagen que propulsó una anterior directiva aprista, que mejor no mencionamos por nombre. Hasta ahí, la ilusión creada por los seis años de manejo aceptable que permitieron las administraciones Paniagua y Toledo hacía que se pensara en televisión pública, no en un canal del gobierno.

Así fue siempre, por lo demás. Salvo en el final del gobierno de Morales Bermúdez, cuando los tres canales de televisión eran del Estado, Canal Siete, RTP en esas épocas, no ha tenido importancia real. Los que vimos la llegada del hombre a la luna recordamos a Gerardo Manuel pasando videoclips en Disco Club y eso era en canal siete, donde en la mejor tradición de recuperar los grandes éxitos de la radiodifusión del lejano oriente, alguna vez el programa más visto fue Ultrasiete.

Si bien el gobierno Toledo fue esencialmente racional con IRTP / Canal 7, permitiendo que produjera o emitiera programas inteligentes y un noticiero pasable, cometió dos grandes errores: mantener cierto nivel de presión político/partidaria, con programas impresentables dedicados a alabar a ya-saben-quien; y no formalizar el estatus de radiodifusora pública. Sin un marco legal que blinde las buenas prácticas de Eduardo Bruce, el Apra se vio completamente libre para volver a lo de siempre.

Lo que vemos hoy es lo mismo que mencioné el 2006 en este artículo. Despedir a Giacosa, transmitir actividades del partido aprista, mostrar cada acto presidencial como si fuera realmente importante, reciclar periodistas sin mucha credibilidad, transmitir matrimonios. Simplemente variantes sobre la misma idea: la televisión del estado es la chacra del gobernante, una prebenda que sirve de extensión del ego de algunos y de caja de resonancia de otros.

La televisión digital, bajo esta óptica, no será más que lo mismo pero con mejor resolución. Si la razón por la que se actúa con tanta mediocridad reside en la mezcla de temor de los otros medios y de falta de vocación democrática real, tenemos un escenario perfecto: el canal del estado sirve para sobrecompensar a los radiodifusores privados, en caso que no se logre que se "echen" por completo; sirve para que algunos tengan trabajo pero no para que ejerzan creatividad o imaginación; sirve para acariciar la autoestima del presidente; sirve para menospreciar al público, al que se lo imagina basto, chato intelectual y ávido de banalidades.

¿Para qué no sirve? Para desarrollar un diálogo más amplio e inteligente sobre el Perú, más allá de coloquios y monólogos de intelectuales que resultan de interés mínimo para la población en general. Para promover una conversación ágil y variada sobre los desafíos de mediano y largo plazo. Para re-imaginar nuestro pasado y encontrarnos con nuestro presente, con programas que no tienen que ser caros ni complicados pero que pueden ser atractivos y estimulantes. Reportaje al Perú y Presencia Cultural, ambos buenos ejemplos de lo que puede pasar cuando se da libertad a gente inteligente para hacer televisión.

No imagino a este gobierno atreviéndose a nada que no sea darle a sus intelectuales un rato de pantalla. Sí me imagino que la combinación de mezquindad, temor y vocación de aprovechamiento lleve a que el marco legal de la futura televisión digital sea una reproducción de la mediocridad televisiva actual: los actuales recibiendo garantías de seguir medrando de sus puestas de mano hace cincuenta o cuarenta o veinticinco años. No habrá espacio para los nuevos. A country for old men...

sábado, 5 de abril de 2008

De TV Perú a E! Perú: ¿qué tiene que hacer la boda de Juan Diego Flórez en el canal del estado?

No creo que el tenor no merezca ser tratado como una celebridad. Pero de ahí a que TV Perú, el popular canal 7, el primer canal de televisión del Perú que llega a más sitios que los canales privados, convierta su boda en un evento must-see, ya es mucho. La transmisión en directo desde la Catedral de Lima de la boda del señor Flórez, el sábado 5 de abril por la tarde, es un despropósito: no cumple ningún otro objetivo que obtener rating, y no sirve para nada más que para asociar al presidente de la república con un acontecimiento privado. Si esos son los criterios de manejo de la radiodifusora estatal, queda claro que como en muchos otros ámbitos, el Apra no tiene ideas sino malas costumbres.

Por lo visto, ese árbitro del gusto nacional, el señor Carlos Manrique, ha decidido que a los peruanos, que no estamos interesados en el juicio de Fujimori, sí lo estamos en el matrimonio del año o de la década: la misma interpretación que hace que el prime-time del único canal que representa a los peruanos, no a intereses de particulares, esté tomado por una telenovela coreana.

viernes, 4 de abril de 2008

Estándares informáticos y corrupción: OOXML ha sido aprobado

Como dije hace un buen tiempo, la batalla por el estándar OOXML es dura y parece inclinarse hacia Microsoft por razones poco santas. Puede sonar a una marcianada, pero lo cierto es que el esfuerzo de Microsoft para lograr que su versión de documentos abiertos, que compite con el ODF, aceptado y promovido este por la comunidad de software abierto, sea consagrado como estándar oficial.

Pues lo ha logrado, aunque con un manto de por lo menos juego algo sucio como lo muestra la recopilación hecha por un grupo de activistas. Está en juego mucho: con el OOXML, Microsoft puede seguir controlando el mercado de ventas a gobiernos y entidades públicas, que finalmente es enorme, porque en muchos países hay mandatos formales para los gobiernos solo utilicen software que cumpla con estándares oficiales de la ISO, para garantizar interoperabilidad.

Nuestro país ha votado a favor del estándar sin ningún comentario. Completamente a favor...

miércoles, 2 de abril de 2008

Redes sociales / Software exhibicionista: algunos patrones en el Reino Unido

La Ofcom, el regulador de las comunicaciones del Reino Unido, ha publicado un interesante informe sobre las redes sociales, donde define cinco tipos de usuarios de estas redes: los socializadores alfa (people who use sites in intense short bursts to flirt, meet new people, and be entertained) los que buscan atención (people who crave attention and comments from others, often by posting photos and customising their profiles), los seguidores (people who join sites to keep up with what their peers are doing), los fieles (people who typically use social networking sites to rekindle old friendships, often from school or university) y los funcionales (people who tend to be single-minded in using sites for a particular purpose). También los que no usan nada, claro está. Merece una mirada, al informe completo o siquiera al PDF con figuritas que explica todo.