La falta de una agenda pública seria y actualizada sobre la Internet es un tema crítico. No se trata de proclamar la urgencia de contar con más infraestructura, lo que es válido, o que hayan más operadores de telecomunicaciones, lo que también viene bien aunque no necesariamente bajará costos. Lo importante en realidad es definir mejor qué asuntos son urgentes de ser vistos hoy para poder manejarlos bien los próximos 20 años.
- El derecho de acceso: no hay una política actualizada sobre el servicio / acceso universal a las telecomunicaciones, mientras en otros lados se habla de la Internet como derecho ciudadano. Podemos debatir si es pertinente o no hablar en esos términos, pero igual, hay que debatir y no lo estamos haciendo.
- La ciberseguridad. Estrategias de sensibilización pública para mejorar la seguridad en el uso de la Internet por los ciudadanos, estrategias públicas para aumentar la ciberseguridad de la Internet en el Perú, con buenas alianzas público/privadas; y sobre todo, una estrategia de ciberdefensa, que vaya desde protegernos de pandillas de crackers hasta de amenazas reales a la seguridad nacional, al estilo que se describe aquí. No estaremos en la mira de Al Qaeda y puede que nos llevemos bien con Rusia y China, las dos grandes fuentes de ciberataques, pero esto se va a volver importante en los próximos años mientras los traficantes de armas y los nacionalistas de conveniencia insisten en que compremos tanques para guerras del siglo pasado...
- La protección de los vulnerables. Las medidas propuestas para proteger a los menores son mínimas, y en muchos casos ingenuas: ¿alguna cabina realiza el registro minucioso de los usuarios que demandan varias leyes y ordenanzas? ¿alguien fiscaliza? Una política de promoción de uso tiene que ir de la mano con una política de protección, con sanciones pero sobre todo con prevención, que vaya desde los contenidos hasta la posibilidad de abuso y tráfico sexual.
- Ciberalfabetización. Consecuencia de la anterior, y que abarca a toda la sociedad, no solo a los escolares. Qué se puede hacer, qué se debe hacer, cuánto se puede hacer. El proceso de despliegue de la televisión digital terrestre podría servir para hacerlo; ojalá siquiera se intente.
- Educación. No solo las XO-1, sino exactamente cómo proteger el derecho de los escolares de ser bien educados sin dejar de lado la Internet o contando con ella como aliada; cómo promover el desarrollo de las universidades del país usando la Internet como herramienta, no solo como fuente de fotocopias; cómo crear redes y fortalecer instituciones; y lo más urgente, cómo potenciar las áreas del trabajo académico en donde tenemos posibilidades competitivas para hacerlos un país que exporte algo más que frutas, verduras y piedras.
- El consumo y la propiedad. La aplicación de los conceptos del plan Olivennes, encarnados en la ley HADOPI, son la confirmación de la alianza non-sancta entre las industrias de contenidos y el poder político, que era evidente en los EEUU pero ahora también en Francia. ¿Vamos a gastar dinero en aplicar tecnologías DPI para proteger a los grandes conglomerados mediáticos? ¿Vamos a quitarle acceso a la Internet a los trasgresores? ¿Vamos a perjudicarnos como consumidores y ciudadanos en favor de una industria sobre-protegida y sobre-valorada, que no ha sabido cambiar con los tiempos? Acepto, siempre y cuando los términos de acceso se flexibilicen, se adopten normas claras y liberales de uso justo para fines académicos y privados, y sobre todo, los precios sean realistas para un mercado como el peruano. Como esto no va a pasar, no veo porqué habría que hacer el trabajo de los grandes conglomerados.
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