lunes, 2 de febrero de 2009

OLPC: el estado de la cuestión

Tras el análisis hecho a comienzos de enero, un par de novedades hace necesario volver a mirar a OLPC.

1. En primer lugar, tras el fracaso del segundo G1G1, siguen habiendo pistas sobre el caos interno en OLPC. El problema es una combinación de falta de planes con precariedad de recursos, que se combinan en una computadora que todavía no tiene todo lo que debería funcionando bien, al mismo tiempo que trata de mantenerse competitiva en un entorno pésimo para estas iniciativas, y con muchas alternativas. Mientras que la segunda versión de la Classmate de Intel está recibiendo buenas críticas, la XO-1 parece estancada y sigue sin resolver algunos puntos, como la estabilidad del teclado, la funcionalidad de las conexiones inalámbricas, y el desarrollo general de Sugar, que no parece estar encaminado en ninguna dirección concreta. Encima, la energía de los directivos es lograr contar con una versión de doble-boot, para poner Windows XP y hacerla más atractiva.

2. El lanzamiento de la XO-2 en Davos ha sido motivo de mucha especulación y alguna burla. Con la XO-1 todavía no terminada, sorprende un poco que se afirme que podrá estar lista en un año. Anunciada en mayo del año pasado, todavía es un mock-up, una colección de piezas no funcionales, que OLPC, sin las personas ni el entusiasmo ni los recursos que tenía hace unos años, difícilmente podrá desarrollar. La idea es radical: dos pantallas LCD, una de ellas táctil, que permiten abrir por completo la computadora y hacerla funcionar como un libro, o generar un teclado virtual en uno de los lados. El problema es cómo lograr que semejante idea funcione en la vida real con el nivel de demanda y capacidad destructiva de los niños del mundo: si una virtud tenía el diseño de la XO-1, precisamente se trata de su reciedumbre.

¿Y cómo estamos en el Perú? Ni idea, pero reconozco que no he hecho el intento de averiguar. Si alguien sabe algo, sus comentarios serán más que bienvenidos.
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