Debería haber sido el éxito del año, y más bien parece una advertencia sobre la convergencia. Quarterlife es un proyecto muy particular, de gente con pergaminos mediáticos sólidos: Edward Zwick, uno de los creadores, es el director de, entre otras películas, Glory, The Siege y Blood Diamond. Marshall Herskovitz ha trabajado en TV y cine. No son unos parvenus...
Ambos tuvieron la idea de una serie de televisión sobre jóvenes artistas en la era digital: una especie de Dawson's Creek urbana, artie y con mucha computadora, incluyendo algo así como un videoblog de los protagonistas. Como querían control creativo y no tener que pasar por el proceso de development, eso que no se sabe qué es pero consiste en satisfacer a los ejecutivos de las cadenas, convirtieron la idea en un webcast y una especie de mini MySpace, un sitio web que en teoría creaba una "comunidad" alrededor de la serie y permitía a los usuarios aportar sus ideas para el desarrollo de la serie, de futuras series y de productos digitales en general.
Quarterlife inició transmisiones tanto en su propio sitio como en MySpace, con episodios de ocho minutos. Tuvo algo de éxito, aunque siempre es difícil estimar exactamente el éxito en la Web: en palabras de News.Net, "no llegó a ser Leave Britney Alone pero tuvo suficientes televidentes y buenas reseñas como para que NBC optará por colocar el proyecto en su prime-time" en noviembre del año pasado.
Ahora, convertir un producto para la web de ocho minutos en una serie dramática de una hora en cadena nacional, pues es algo que no ha hecho antes. Y todo indica que lo hicieron muy mal. Quarterlife podría pasar al dudoso panteón que aloja a las series que fracasaron tan rotundamente como para merecer solo un capítulo.
¿Por qué? En primer lugar, porque la serie ya había sido visto, en el formato de episodios breves, por parte de su público; en segundo lugar, porque la transición puede ser difícil: yo he visto un par de episodios y realmente cuesta agarrarle el gusto a una serie basada en las paltas y angustias de un grupo de patas so cool como el que protagoniza la serie. Supongo que no soy la "demografía" correcta, por así decirlo, pero igual, como novedad puede ser interesante pero para convertir esto en una serie de televisión no parecería haber tanta carne...
Pero quizá la principal razón del fracaso fue que para NBC, esto fue un intento de pasar por encima de las limitaciones que la producción convencional de televisión impone: la serie no estaba sujeta a los acuerdos sindicales por lo que podía seguir siendo producida a pesar de la huelga de escritores, y la estructura de propiedad era novedosa, dándole control a los productores pero costándole mucho menos a NBC que otras series. Un experimento que no importa que fracase porque finalmente no le cuesta mucho a nadie.
Quarterlife trató de combinar la audiencia apasionada, la ilusión de comunidad de los nuevos medios, con la masividad de la televisión. Un primer fracaso no quiere decir que algo vaya a funcionar algún día, pero por ahora, pasar de la Web 2.0 a la TV 1.0 no funcionó.
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