Me opongo a las revisiones técnicas por varias razones, pero sobre todo porque resultan en un desperdicio de recursos impresionante, a la luz de algunas cifras escuchadas ayer y hoy, como este caso ejemplifica.
Según la Policía, 1.200 policías de tránsito están verificando el cumplimiento de este asunto; supongo que esa es la razón por la que ayer, en el espacio de tres minutos, vi un vehículo llevando fierros de construcción que doblaban la longitud de la de por sí larga camioneta, amarrados a la parte baja del auto, sin señalización alguna y maltratando el nuevo asfalto de una avenida; dos vehículos con placas de cartón pintadas a mano; al menos tres vehículos menores circulando por vías rápidas; y un vehículo sin luces posteriores, todas rotas, y botando conspicuas cantidades de humo negro.
OK: la policía no puede ocuparse de esto porque está fiscalizando el cumplimiento de la revisión por los vehículos con placa 0. Bien, según Lidercon, el explotador de la franquicia única entregada por nuestro maravilloso y genial alcalde, aproximadamente 35.000 autos que tendrían que haber pasado por la RTV no lo han hecho. En el primer día de la fiscalización, los ya mentados 1.200 polícas atraparon 43 infractores, con multa respectiva y según leo, la obligación de ser acompañados por un policía a cumplir con su RTV si no quieren ir al depósito.
Digamos que entre las medidas de fiscalización, la ausencia de algunos vehículos de zonas conflictivas, y la astucia de algunos de evitar las rutas en donde hayan policías, se reduzca la cantidad de vehículos fiscalizables a 10.000; digamos que la policía más que duplique la capacidad de intervención (no digamos nada sobre la insensatez de destinar un policía por cada auto infractor a ir a hacer la RTV, cuando no tienen nada más que hacer, como sabemos todos). Simple aritmética: le tomará a la PNP 100 días fiscalizar a los infractores de las placas cero; obviamente, el número aumentará. Es una curva de retornos crecientes (o decrecientes, dependiendo del punto de vista) así que es posible que hacia la mitad de la fiscalización haya un auge de remisos yendo a salvar su pena; y que al final la curva se deprima, entre los que no les importa, saben que no la hacen o simplemente no usan mucho el auto. Así que digamos 50 días, exagerando un poco, para cubrir a todos los omisos.
¿Destinar por 50 días a 1.200 policías, para comprobar parcialmente una medida que está mal diseñada, mal implementada y que realmente no hará nada para cambiar lo que verdaderamente está mal en el tránsito limeño?
Tal vez haya que sincerar los números. Tal vez no sean 1.200 policías. Tal vez sea más sensato diseñar esto de nuevo, considerando salidas al absurdo monopolio por exclusividad que goza Lidercon, y sobre todo, enfrentando el problema de fondo: no hay autoridad real en el tránsito limeño, con el MTC, el Mininter y las Municipalidades de Lima y el Callao repartiéndose la pelota. Tal vez, habría que comenzar por allí.
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