Ya el año pasado, en las horas posteriores al terremoto, fuimos testigos del poder de los nuevos medios para acercarnos siquiera a medias a lo ocurrido. No deben haber sido muchos, pero los que siguieron las actualizaciones constantes en blogs o con Twitter de lo que se iba averiguando contaban con una alternativa al verdadero centro C4 del Perú, RPP, que como digo memorablemente Fabber, mostró ser tan crítico esos días que daba la impresión que un misil en su edificio de Paseo de la República bastaría para paralizar al país entero.
La tragedia de Mumbai ha servido para destacar aún más esta cuestión. Aunque el término periodismo ciudadano me parece desproporcionado en este caso (aparte de conceptualmente fallido en general), las características de lo ocurrido se prestaron perfectamente para poner en valor el peso que las personas, que tienen la desgracia de estar cerca de situaciones como esa, pueden tener para forjar lo que se convierte en la perspectiva global de los acontecimientos.
La situación en Mumbai se prestaba particularmente para un uso individual intensivo de nuevos medios: fue una continuidad, no un acontecimiento corto, con casi 60 horas entre el inicio y el desenlace; ocurrió en varios sitios, con lo que muchas personas podían aportar puntos de vista complementarios; los ataques se dirigieron parcialmente hacia lugares frecuentados por turistas con acceso a conexiones inmediatas, por teléfonos móviles, plataformas multimedia digitales o "simples" computadoras; la confusión reinante fue tan intensa en las primeras horas que no había cómo saber realmente qué estaba pasando; y al suceder en la India, la diferencia horaria permitió seguir lo que ocurría por muchas horas.
Ya no se trata únicamente de imágenes que aparecen horas después, como fue en los atentados de Londres o Madrid; se trata de aumentar más todavía la inmediatez de los acontecimientos, no en el tiempo sino en la capacidad de sentirse involucrado. No es solo televisión e Internet, como lo fue en la liberación de los rehenes de la Embajada de Japón en Lima, cuando los que contabamos con conexiones podíamos ir leyendo CNN o la BBC al mismo tiempo que veíamos la cobertura por CNN y la BBC, más los canales locales. Ahora tenemos la oportunidad de participar casi personalmente, viendo lo que otros viven directamente, sin los filtros de interés general que normalmente sentimos cuando los medios masivos tienen la tarea de explicarnos lo que estamos viendo: lo podemos convertir en tragedias personales, en testimonios directos. Como reporta el NYT, los miembros de una comunidad específica (los judíos hasídicos Jabad Lubavitch) podían estar pendientes de lo que ocurría en su local en Mumbai, palpando una desgracia que los afectaba de manera profunda, intuyendo con cada actualización el terrible desenlace, el asesinato de cinco rehenes.
¿Es esto un cambio en el periodismo? Sí y no. Seguimos recurriendo a los medios convencionales para comprender la escala de lo que ocurre y para tratar de entender sus causas; pero gracias a estos reporteros involuntarios, podemos saciar nuestra necesidad, quizá nuestro morbo, por saber realmente qué ocurre. Los acontecimientos, de cualquier tipo, toman forma en las personas que los viven. Puede ser un aumento de nuestras perspectivas, pero también una reducción de nuestra comprensión: lo que pasa es lo que les pasa a algunos, no lo que afecta a una comunidad, ciudad o país en general.
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4 comentarios:
Eduardo una cosa si es cierta: Los medios tradicionales muchas veces no estan en el momento en que las papas empiezan a freirse. Ellos llegan cuando ya la mesa esta servida.
Ahora el hecho de que la gente se manifieste a travez de sus aparatos tecnologicos diversos en el momento en el que las cosas pasan parte de la idea de que toda persona tiene derecho a expresarse. Contar en tiempo real gracias a su iphone o notebook con cam que hay un atentando en tal o cual lugar, y que lo que ellos digan tenga rebote en medios tradicionales se debe a que muestran 'el momento', cosa que ellos no han conseguido. La repercusión a escala global es resultado de la idea de sociedad red que se ha construido en estos tiempos
buen argumento Señor, un analisis paralelo a lo sucedido en peru con el terremoto compartir informacion haber si dejas tu twitter
Xaxo, la demora en la reacción de los medios masivos es explicable por muchas razones, pero en el Perú es más seria por el centralismo. La capacidad de un corresponsal local es débil, básicamente porque no cuenta con los recursos necesarios.
Luis Enrique, no uso Twitter. Lo probé cuando salió pero su inconsistencia y falta de confiabilidad, se unieron a mi falta de interés en la comunicación instantánea. Tampoco uso mucho IM y mi celular lo tienen cuatro familiares y dos amigos (y así seguirá). Cuestión de gustos.
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