Como dije hace un buen tiempo, la batalla por el estándar OOXML es dura y parece inclinarse hacia Microsoft por razones poco santas. Puede sonar a una marcianada, pero lo cierto es que el esfuerzo de Microsoft para lograr que su versión de documentos abiertos, que compite con el ODF, aceptado y promovido este por la comunidad de software abierto, sea consagrado como estándar oficial.
Pues lo ha logrado, aunque con un manto de por lo menos juego algo sucio como lo muestra la recopilación hecha por un grupo de activistas. Está en juego mucho: con el OOXML, Microsoft puede seguir controlando el mercado de ventas a gobiernos y entidades públicas, que finalmente es enorme, porque en muchos países hay mandatos formales para los gobiernos solo utilicen software que cumpla con estándares oficiales de la ISO, para garantizar interoperabilidad.
Nuestro país ha votado a favor del estándar sin ningún comentario. Completamente a favor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario