Nada se compara. Ni los avances de Apple con su versión retina, ni Windows 8, ni los phablet (teléfono casi tabletas), ni el colapso de Blackberry, ni el anunciado fin de iDen / Nextel. La tableta es la historia del año como no lo fue desde el 2010, y más todavía.
En primer lugar, el 2010 fue el año del iPad, que inventó una nueva categoría ahí donde nadie había podido pasar de coqueteos y márgenes de los márgenes. Por dos años, el iPad fue el sinónimo de una tableta (por favor, no hay necesidad de decir huachafa/alienadamente tablet), y las versiones menores tipo las cositas que sacaba Lenovo o las que venían con La República eran wannabes, cosas para aquellos que no podían acceder al producto verdadero. Los patéticos desastres de HP o de Blackberry al tratar de competir con Apple fueron señal que no valía perder el tiempo con alternativas al gigante de Cupertino.
Pero este año se han consolidado tres alternativas y surgió algo que podría quizá madurar en algo decente en el futuro. Primero: Samsung, en medio de la enorme confusión producida con su diversidad de productos Galaxy, ha creado una opción aceptable basada en Android. Luego, Google lanzó su propia tableta, la Nexus 10, que finalmente logró ser lo suficienmente decente como para competir con los grandes, y no quedar como el teléfono de Google o el Google TV / Nexus 7 como abortos incompletos; falta para saber si el poder de Google bastará para convertir a la Nexus 10 en una plataforma realmente competitiva, a diferencia del verdadero gigante.
Amazon lanzó hace varios años su producto estrella, el Kindle. El primer Kindle ha ido cambiando hacia una serie de opciones mucho más simples, que claramente testimonian la paciencia de Amazon para desarrollar una plataforma desde errores iniciales hacia una combinación de funcionalidad, tamaño y oferta de contenidos adecuada para muchos. Desde los modelos básicos que en mercados desarrollados son casi una compra de impulso, a 70 dólares, hasta el Paperwhite, la plataforma perfecta para los ebooks domina un mercado en crecimiento.
La gracia fue la decisión de Amazon de entrar a competir de manera más directa con Apple con una tableta full service, la Kindle Fire HD, que sirve no solo para leer libros, sino para consumir todo tipo de contenidos disponibles en los servicios de Amazon. Esta empresa subsidia el Kindle Fire hasta casi llegar a precios de dumping: parece ser que la venden al costo de los componentes, ni siquiera del ensamble. Claro, la lógica de Amazon es exactamente la opuesta a Apple: si para la manzana el negocio de venta de contenidos es simplemente una palanca para vendernos equipos, para los de Seattle la cosa es vendernos contenidos como lo hacen desde ya casi 17 años, de manera que perder plata con el hardware tiene sentido.
El resultado es claro: es posible pensar en un mercado competitivo, pero altamente fragmentado, de tabletas que abarca al mundo pero que se basa fundamentalmente en jardines amurallados, donde todo el contenido comprado solo sirve para una plataforma. Apple, que ha optado por ser agresiva con una renovación del iPad a mitad de ciclo y un producto como el iPad mini, que compite directamente con el Nexus, alguna de las muchas Galaxys Tab y el Kindle Fire, sigue siendo el lider, pero no tiene nada asegurado. Año interesante, el 2013: Apple tiene que innovar con algo realmente novedoso si no quiere quedar con uno de cuatro.
¿El quinto en el negocio? Microsoft lanzó una verdadera innovación, la Surface, que se propone ser una tableta que puede convertirse, para efectos de productividad, en una laptop, llegado el caso. La idea es buena, el producto mediocre, según el consenso de los que lo han revisado. Lástima, sería interesante algo como Surface en vez de pensar en si vale la pena llevar una computadora para hacer todo lo que se quiere hacer, o apenas una tableta por comodidad aunque sea limitado.
Ni la Nube ha sido tan importante este año. La integración entre la Nube y las plataformas de las tabletas es el nuevo horizonte, y Apple tiene algo más de ventaja que sus rivales dado que tiene todo el ecosistema iTunes y a la Mac de su lado. Veremos.
2 comentarios:
Añado comentario recibido en el FB de Roberto Bustamante:
Permítame primero presentarme, para hablar en contexto. Soy pablo, ingeniero, diseñador y músico, estudié sistemas e interacción hombre-máquina. Mi investigación ha sido en el campo de la aplicación de la etnografía visual en el desarrollo de herramientas en internet que soportan la creatividad y en el soporte de la colaboración remota para el diseño de nuevas tecnologías. Soy especialista en el campo referido, varios años metido.
Para ser específicos, hay que distinguir tres temas. El desarrollo de aplicaciones, que es específico a cada plataforma por motivos técnicos; diferentes sistemas tienen distintas arquitecturas, por ejemplo, una applicación escrita en objetvive C para iOS no funciona en un equipo android, al igual que una caja de transmision subaru no le hace a un motor buick, sin algunas adaptaciones primero. La especificidad en este caso se debe a un asunto técnico. Sin embargo, existen excepciones. (semantics: una aplicación es contenido?).
Por la tónica, me da la impresión que se refiere más a lo forzado de la autenticación para el acceso al contenido, me imagino que refiriéndose al DRM o a la característica cerrada del app store de apple y al de algunos proveedores android. Sobre lo segundo, es discutible, y hay muchos argumentos técnicos al respecto sobre porque es apropiado (o no); sobre esto podemos discutir largamente, pero en resumen mi opinión es que soporta la usabilidad y la experiencia del usuario.
Sobre el DRM, yo no puedo estar mas en contra, sin embargo, su aplicación ha estado en declive por muchos años, justamente gracias a apple y algunas patrañas políticas con las disqueras, algunas de ellas ahora difuntas. Personalmente, creo que debiera abandonarse el DRM, es simplemente estúpido, responde a los miedos desinformados de algunos gerentes. Aun así, hay que aclarar es un sistema de control de SU contenido (uno licenciado), no del contenido en general. El DRM en la música ha casi desaparecido; en las movies y los libros es otra historia. Hay DRM, pero contrario al párrafo anterior, hay multiplicidad de plataformas (ejemplo: kindle para iOS, PDF para Windows 8, B&N para android, etc).
Entonces, el contenido no sirve sólo para una plataforma, sino sirve para todas las soportadas por el fabricante (como ha sido desde siempre, y que es una cosa muy distinta), porque la tecnología es heterogénea; a eso se le puede agregar la plaga del DRM, que ojalá desapareza porque mas estorba que otra cosa. Y si hay intereses y pugnas políticas, pero yo me preocuparía mas por la RIAA y Monsanto que por Google, Apple y Samsung.
Pablo, mi comentario no se fija en la dimensión técnica sino que la subordina a modelos de negocio. El negocio de Apple o de Amazon o de Google es mantenerte dentro de su oferta, y para ello diseñan productos que no solo no son abiertos, sino donde los incentivos para salir son muchísimo menores que los incentivos para quedarte. Que lo hace por razones distintas en cada caso, sin duda, pero el resultado es similar: fusión del contenido en la aplicación, desde la opción de no tener un sistema de archivos o una aplicación para manipularlos con facilidad, hasta el amarre mediante DRM sin TPM restrictivas como lo hace Apple con el uso de AAC para su música, que incluye información que facilita el rastreo y que solo puede usada, salvo manipulación posterior, en iTunes (acepto que estoy usando DRM de manera expansiva pero es algo que se encuentra en ciertos textos sobre el tema). Idealmente, todos los contenidos deberían ser independientes del dispositivo, como lo eran en la época analógica; pero los modelos de negocio de los gigantes digitales no van por ahí, sino por los jardines amurallados. Esto es más evidente aún en juegos y apps (aplicaciones para tabletas y móviles) en donde la incorporación profunda del contenido al interior del programa hace que se traten de lo mismo. Esto a diferencia de las PC, donde la interoperabilidad hace que los contenidos sean trasladables con facilidad entre plataformas a pesar que las aplicaciones, como es inevitable y has explicado con detalle técnico, son únicas para cada plataforma.
Estoy copiando tanto tu segundo comentario como esta respuesta a mi blog, donde creo que sería mejor continuar la conversación si te interesa.
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