viernes, 14 de noviembre de 2008

La partida de AAR en el contexto de una crisis mediática

El tema de los petroaudios me ha parecido delicado y al mismo tiempo excesivo. Creo que es crítico mantenerse en guardia frente a la corrupción, y un caso como este, que más que el acto o actos mismos revela cómo se manipula las relaciones y los contactos para aprovecharse del estado, resulta significativo y merece atención.

Al mismo tiempo, también es cierto que muestra la obsesión nacional con reducir la política a la cuestión de la corrupción. Cuando he opinado sobre la XO-1 y OLPC en el Perú, he tratado de dejar bien en claro que tenemos que dedicar más tiempo a discutir políticas que a tratar de oler corrupción en todas partes, porque a veces solo queremos reafirmar nuestra creencia que todo está podrido en el país y que nada puede arreglarse, jamás. Lo mismo me pasa cuando manifiesto mi molestia y desagrado con la gestión de Castañeda como alcalde de Lima, porque si todo se reduce a "este pata quiere robar" perdemos de vista lo importante, el debate sobre qué hacer con la ciudad en la que vivimos y qué hace mal el encargado de su marcha.

Pero realmente lo sorprendente es cómo este tema no solo ha traido la cola que tiene a nivel político, sino a nivel periodístico. ¿Exactamente qué revela el pleito en el grupo El Comercio? Ni idea, pero si varias impresiones. Más allá de las simplezas de Butters o los arrebatos de Ampuero, lo que hay atrás es una lucha de poder entre los que ahora controlan el grupo y los que han manejado directamente los medios. Por mucho tiempo, el grupo El Comercio le ha dado una orientación liberal a sus medios; los que controlan el grupo ahora no parecen estar cómodos con esta actitud.

La primera pista fue la salida de Fritz DuBois, un liberal sin la más mínima intención de disimulo, del Comercio. Pero el conflicto con Augusto Alvarez Rodrich parece ser más complejo, dado que quedaba claro que Peru 21 era su hechura, su producto. AAR es un liberal en serio: cree en la libertad económica tanto como en la política, y termina más cercano por ello con posiciones "caviares", puesto que un liberal digno de ese nombre reniega de los reaccionarios que piensan que asesinar en nombre del Estado es válido. La defensa de los Derechos Humanos es una causa fundamentalmente liberal, que en el Perú, por razones históricas ha terminado siendo completamente lejana de los grupos dominantes, que son antes que nada conservadores y en muchos casos, profundamente discriminadores y hasta racistas.

El pleito específico que ha llevado a la salida de AAR, me parece, tiene que ver con el control total del producto del grupo El Comercio que con cualquier aspecto de la polémica de los petroaudios. Creo que este es un caso en donde gana un principio de salud pública frente a nociones vagas de gobernabilidad y de legalidad formal sobre el origen de los petroaudios, pero que ha terminado convirtiéndose en una maraña completamente fuera de control. Alertar sobre lo que estaba pasando era crítico, sin dejar de lado que el origen del material era profundamente cuestionable y que en circunstancias normales, debería haber llevado a una delicada pero seria búsqueda de la causa primera: quién diablos estaba, pasando por encima de principios y leyes fundamentales, trasgrediendo la privacidad de las comunicaciones privadas. Efectivamente, la difusión de los audios y todo lo demás ha terminado por afectar la gobernabilidad, pero no mucho más de lo que la habitual mezcla de problemas y exhibiciones de torpeza política suele hacerlo. También ha puesto en primer plano una crisis mediática: cómo deben actuar los medios en la realidad, sin duda corrupta, confusa y caótica, de nuestra sociedad y nuestra política, es un tema que está por ser discutido de manera amplia, especialmente cuando nuestra discusión pública necesita de medios que crezcan con el país, para que no todo sea buenas finanzas, carros importados y consumo desbordado, sino también más Estado, mejor política y a la larga, una mejor sociedad.

Pero una vez fuera de la botella, el genio no va a volver: nadie sabía ni podía saber qué iba a pasar con el escenario político, cuánto ibamos a dejar de pensar en otra cosa que no fueran los petroaudios. La huelga médica, los pleitos en Tacna, las sandeces de ciertos presidentes regionales, la precariedad institucional, las previsibles consecuencias de la crisis financiera, incluso el sideshow de la APEC: nada parece existir salvo los petroaudios y Magaly Medina.

¿AAR, Ampuero, Rosa María Palacios, tienen la culpa? No. Creo que hicieron su trabajo, aunque deberían haberle dado más énfasis al tema del origen de los audios, incluso si esto se hubiese terminado perdiendo en el ruido de las andanzas de RLA o del patético "defensor calificado de la patria". Es más reflejo de nuestra falta de rumbo que no hayamos puesto el tema en su propio lugar.

Espero, sinceramente, que AAR no desaparezca de la prensa cotidiana. Se ha creado un sitio a punta de un estilo propio, claro y distinto, con una extraña habilidad para ser elegantemente amarillo. Espero también que el grupo El Comercio defina con claridad qué quiere lograr con sus medios; tanto la credibilidad periodística como la importancia específica de cada una de sus publicaciones lo requiere. Sacarse de encima un irritante como el muy autónomo Peru 21 parece ser un costo muy alto. Ojalá además que esta situación sirva para discutir con amplitud y tranquilidad lo que se espera de los medios de comunicación en una democracia precaria y entrampada en sus carencias como la nuestra; hay lecciones que procesar, asimilar y difundir, y quiero creer que El Comercio no asumirá que sacando al economista metido a periodista todo ha terminado y que no hay consecuencias, siquiera para que sean desmenuzadas por los académicos y los blogueros.
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7 comentarios:

PaoLo Carrasco dijo...

De acuerdo con usted en el hecho de que a veces por ciertas noticias la sociedad desvia su atencion sobre temas que no tienen mas importancia como los que menciona en su blog. Sin embargo, opino que se parcializa un poco y describe negativamente al señor AAR ("liberal digno de ese nombre reniega de los reaccionarios que piensan que asesinar en nombre del Estado es válido" o "economista metido a periodista"). Espero publique mi comentario.

castel dijo...

hola , comentario muy lùcido.mucho de los escrito hasta hoy no hacìa sistema,.La variable sobre la lucha interna por el poder en el Comercio y , el afianzamiento de este nuevo y precario sindicato, ha traido consigo decisiones radicales que tienen consecuencia en la polìtica cotidiana.Creo que muchos anàlisis van a quedar en off side luego que se den los cambios y convoquen a nuevas personas que respondan a su confianza, personas que no van diferir mucho en el prestigio de AAR.Lo que està en juego no es la gobernabilidad del paìs , es la gobernabilidad de El Comercio

Fatman dijo...

Tal vez el tema está en recordar que los medios de comunicación y el negocio de la información no está por encima de nuestra realidad. Cómo se presenta la noticia, qué entendemos por periodismo, qué entienden los dueños de los medios por informar, cuán lejos o cerca están del ideal periodístico, y cuán lejos o cerca de los mismos intereses que mueven a todos los grandes empresarios. Todo eso, dentro de la maraña compleja de un país atrasado en el tiempo, atrapado por centenarias limitaciones y complejo hasta el vértido. Interesante blog.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Paolo, gracias por el comentario. Si revisas mi comentario más bien creo que lo de "un liberal digno de ese nombre reniega de los reaccionarios..." es una observación general sobre como creo que un liberal en serio (en la estirpe de Stuart Mill, digamos) no se sentirá cómodo jamás con aquellos que se reivindican como liberales pero son capaces de justificar el asesinato. Personalmente yo también reivindico ese aspecto del liberalismo como válido y como principio rector de mis actos.
Respecto al siguiente punto, el de "economista metido de periodista" es más bien como algunos pueden mal ver a AAR, quien cuestiona con la calidad de su trabajo la noción del periodista como un profesional formado como tal, y más bien ejemplifica la idea del periodismo como un arte, un oficio que se aprende con una mente abierta y muchas ganas de hacerlo. Como bibliotecario metido a comunicador, sería el último en criticar a alguien que ha logrado tanto en su oficio como AAR, más allá de discrepancias de estilos y divergencias sobre el rumbo económico que debería tomar el país.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Castel, definitivamente creo que el pleito es de poder dentro del Comercio, donde los métodos o principios periodísticos son apenas manifestaciones de las diferencias. Gracias por el comentario.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Fatman, coincido: hay muchos indicios de superposiciones de intereses. Es el riesgo cuando en un país como el Perú los medios comienzan a concentrarse: un cambio de directorio del Comercio afecta a dos de los tres principales diarios del país, y a uno de los canales de televisión con más peso. Hay que volver sobre el tema. Gracias por el comentario.

waro dijo...

Amigo Villanueva, me da la impresión de que los periodístas más acuciosos estan pasando por alto , a sabiendas, cual es la mano negra que se oculta tras el nuevo directorio del comercio, solo tienen que poner un poco de atención a la nueva tendencia periodística del directorio, que parece acercarnos a la España de los tiempos de Franco.