domingo, 23 de noviembre de 2008

APEC: tras el alboroto, ¿qué queda?

APEC no es un espacio para grandes hechos. Creado como un foro, un espacio de conversación, probablemente lo más importante sea todo lo discutido, las relaciones creadas a nivel personal e institucional, en las muchas reuniones preparatorias. Los especialistas tanto del sector privado / empresarial como del estado tienen mucho contactos, muchas posibilidades de intercambiar información, muchas alternativas sobre cómo mirar los acontecimientos del mundo. La anécdota, la "funny shirt photo" final, sirven para completar el círculo, para el lucimiento, pero realmente no son significativas como espacio para realizar nada concreto.

Tampoco es cuestión de despreciar el hecho de poner al Perú siquiera por un par de días en la agenda de países que normalmente solo se acuerdan de nosotros como vagas referencias culturales, policiales o en el mejor de los casos, culinarias. Salvo los vecinos de la región, me imagino que para el funcionario australiano o singapurés promedio el Perú es una línea en una canción de Sinatra, o de Brian Eno, o algo así (para no hablar de cocaína, porfa... tengo amigos australianos para los cuales la referencia obligada al Perú es una tosca aspiración nasal). Incluso Macchu Picchu es un exotismo con poca relación con cualquier país de verdad, como para nosotros las pirámides o el arrécife de coral. Ahora, hay más gente que tiene alguna idea de quiénes somos y qué hacemos, así sea breve y poco sofisticada. Pero siempre mejor que lo que dice el Atlas de The Onion, South Park o Los Simpsons...

¿Qué nos deja a nosotros? Aparte de algunas calles reparadas, de anécdotas varias desde lo banal (los periodistas obsesionados con que Barbara Bush los mire, la mención al "presidente de Canadá" en un reportaje grabado, editado y asumo revisado por algún editor despistado en Cuarto Poder, las sandalias del primer ministro de Papua Nueva Guinea, los aviones en el Jorge Chávez), pues la verdad es que me chocó lo pobre del escenario. La foto de familia, con espectaculares ponchos que ningún limeño usaría, tuvo como fondo una gigantografía, no un edificio o monumento de creación humana, como en Australia fue la icónica Opera de Sydney, o una vista natural espectacular, como en Vietnam fueron las montañas verdes contra las cuales aparecían los líderes. El "centro de convenciones del ministerio de Defensa", es decir las salas de reuniones del Cuartel General del Ejército, mostraron la realidad de unas fuerzas armadas que pueden prescindir por semanas de amplias áreas de lo que se supone es su centro neurálgico para un evento internacional, como demostrando lo poco que sirve semejante espacio para lo que debería ser su verdadero uso, el comando y control de nuestro ejército. La comida y las fiestas fueron sin duda simpáticas, pero no hemos tenido mucho más que mostrar.

Pero lo que más queda en mi mente es una frase en el New York Times:

As the sun sets on his administration, Mr. Bush is spending the weekend in this city on a cliff where the sun sets, spectacularly, over the Pacific.
Ciudad en un acantilado, sin duda mejor que "llama-land"... Tal vez los líderes frente al océano, con el fondo de las tres veces maltratada villa, hubiera sido mejor.
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5 comentarios:

GUILLE da MAUS dijo...

1. El fondo de la foto pudo haber sido el mismisimo macchupicchu. Que no haya sido asi se lo debemos a los protestontos y la política a la cual sirven de instrumento.

2. El APEC obviamente no ha sido solamente las actividdes protocolares ni los detallitos de las damas y otros personajes. El verdadero APEC fue la reunión de ministros y las negociaciones y acuerdos que se concretaron o firmaron con los mandatarios en persona. De razón que se dice que, por ejemplo, Colombia (que no es miembro) salio con las manos llenas. Lo que no se evidencia con los pocos minutos que Alvaro uribe fue captado por las camaras.

3. El uso de los espacios del cuartel significa no su inutilidad sino todo lo contrario: que "solo ellos pueden proveer lo que el país necesita para estar a la altura de ciertas circunstancias". Es una demostración de poder.

Saludos

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Guille,

Jamás se penso llevar la reunión de los líderes al Cusco, y mucho menos a Macchu Picchu. Imposible de realizar en términos de logística y seguridad.

Eso de "solo ellos..." es el mensaje que los militares quieren dar, completamente distinto a lo que estoy planteando; lo que significa es otra cosa, y me reafirmo que si un ejército puede entregar su cuartel general para que lo llenen de extranjeros por una semana, entonces no está siendo usando para casi nada de su propósito original.

Fredy dijo...

Guille, asi no hubiera habido protestas Cusco solo estaba destinado a reuniones secundarias, como asi fue y encima la alcaldesa ha destrozado pistas y congestionado la ciudad con el cuento de "obras APEC" y hasta ahora no hay una fecha para cuando terminen de rehacer las pistas.

Amazilia Alba dijo...

"con espectaculares ponchos que ningún limeño usaría"..
pues deberian empezar a usarlos, son muy practicos para el frio, sobretodo los de antaño de lino.
Es gracioso como los limeños tratan de negar la parte andina, indígena del Peru. Cuando esa es la parte que nos distingue de los demas paises. En vez de resistirse just embrace it. Aprendan mas de esa parte de Uds. Machupicchu no son solo unas rocas puestas en cierto orden, la cultura que la costruyo aun esta viva, esta ahí solo tienes que interesarte en descubrirla.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

El uso del poncho es una cuestión de cultura cotidiana. Me siento más cómodo con un saco con chompa debajo, más que suficiente para el frío limeño, con la colección de bolsillos que me permiten fácil acceso a todos los accoutrements de la vida urbana contemporánea. Pero que son bellos e impactantes, lo son.