domingo, 24 de agosto de 2008

Por qué no me voy a comprar un iPhone

No creo que sea particularmente relevante para el grueso de potenciales usuarios del iPhone en el Perú, pero de todas maneras me interesa poner en blanco y negro mis razones. Si bien me equivoqué respecto a fechas, como suele suceder, me alegra ver que el producto ha llegado al país. Esto no quiere decir que sea algo que quiera usar.
  • Costo: alto, pero es un producto que apunta alto, así que tiene sentido. Pero igual es muy caro para un usuario común y silvestre que no hace muchas llamadas, como yo.
  • Planes: como corresponde, mientras más caro el plan, más barato el aparato; pero incluso los planes más caros solo tienen sentido si alguien tiene que estar conectado permanentemente, para que valga la pena tener acceso, por ahora solo en Lima, a la red 3G. No es mi caso: puedo estar desconectado cuando no tengo acceso a una red WiFi, lo que hago con mi iPod Touch.
  • 3G: esto es importante, puesto que solo Claro tiene 3G pero Movistar también ofrece el aparatito, lo que probablemente signifique que aquellos que lo compren tendrán que sufrir la red EDGE, que es lenta (como cualquier reporte sobre el iPhone de primera generación en los EEUU puede afirmar). Tratar de hacer push, es decir jalar datos de un servidor tipo Exchange, mediante EDGE puede ser una tortura.
  • iTunes Store: aquí estamos perdidos con acceso solo a aplicaciones, no al resto del contenido, lo que es una vaina, puesto que hay toneladas de contenido gratuito que se podría acceder con el iPhone o el iTouch pero que están fuera. Lástima, aunque esto no es un problema del iPhone por él mismo.
  • Productividad: aunque me encanta mi iTouch, no es todavía un PDA en regla. Le falta funcionalidad más avanzada para el registro de textos cortos, como la disponible en un modesta Palm TX. Tampoco tiene mecanismos para manipular archivos de Office, ni cómo ver PDFs, ni como subir archivos de texto simple de manera sencilla para consulta rápida. Todas estas son limitaciones más o menos serias si uno quiere tener una plataforma móvil completa de fácil uso. Acostumbrado a cargar mi celu con mi Palm, no tengo problema en llevar mi celu y mi iTouch, pero no puedo todavía prescindir completamente de mi Palm. Cargar un iPhone y una Palm es como un contrasentido geek.
  • La sincronización en una sola máquina: este es otro problema complejo. Una de las gracias más simpáticas de mi Palm es que la puedo sincronizar en el trabajo y en casa sin problema alguno; pero no puedo hacer eso con un iPod o con el iPhone, que siempre está amarrado a un equipo. Esto hace que no pueda tener dos versiones de mi agenda o de mi directorio.
  • Atracción fatal: el primero que saque su iPhone en público se volverá un imán para una buena bolsiqueada o un asalto en regla. Es demasiado tentador. Por eso en público uso audífonos negros...
Claro está, si trabajase en una actividad que me demandará estar "in", a la moda o bien regio, no lo pensaría dos veces...

2 comentarios:

José Trujillo dijo...

Estaba planeando escribir algo similar, pero ¿ya para qué?

Victor Alejandro dijo...

Veo que coincidimos en varias cosas. saludos