miércoles, 22 de agosto de 2012

La marca Perú y el plan secreto para salvar a la PUCP

Imagino que no fui el único sorprendido cuando me enteré que la PUCP es ahora "representante de la marca Perú". Tras algunas críticas sobre las piezas publicitarias de esta marca, que fueron tomadas como poco representativas o incluso como intentos de pasar por debajo la realidad del país para venderlo como una suerte de paraíso turístico, no me esperaba que la PUCP tuviera algo que hacer en esto: el medio en el que nos movemos es más bien inmune a estas estrategias, los colegas extranjeros no van a interesar más o menos por el país y por esta universidad porque tengamos un loguito con vueltitas, y tampoco creo que los alumnos de intercambios escojan a la PUCP porque ahora podrán comprarse una mochila con el colibrí de marras. La duda me atormentaba.

Entonces, me hicieron llegar un documento secreto, que explica que en realidad esto de la marca Perú es el equivalente contemporáneo de las nacionalizaciones de la época de Velasco. Antes el Estado se adueñaba de ti; ahora el Estado te transmite su imagen, lo que poco a poco te hace parte inseparable de la nación, y por lo tanto intocable frente a agentes extranjeros o corporaciones milenarias, interesadas en controlar esta Universidad. Ser Marca Perú es lo más cerca que estaremos a ser universidad estatal; es más, ser Marca Perú nos hace universidad estatal, pero bajo el concepto aggiornado, que nos dice que el Estado es más un estado de ánimo que un aparato de gestión de los intereses, los bienes y servicios de todos los ciudadanos peruanos.

Tres en una: fuera la amenaza Borg, y contentamos el espíritu caviar al volvernos una universidad pública, pero también aquietamos a los modernizantes al aceptar que lo público ahora es mera cuestión de imagen.

Claro, hay condiciones. A continuación, las doce nuevas reglas de imagen que la Universidad y todos sus miembros de la PUCP debemos cumplir para ser realmente "marca Perú":

  1. El campus será modificado: los edificios serán forrados en piedras monumentales, cubiertos de paredes de barro o de sillares según la arquitectura lo permita.
  2. No habrá más básico, sino "deleite del nivel inicial". Las cafeterías serán certificadas por Gastón y solo se podrá comer rico, so pena de ser enviado al chifa de San Marcos.
  3. El ingreso de los alumnos será "del puente a la alameda": se entra por el puente peatonal de la Universidad y se camina hasta el antiguo tontodromo, obviamente llamado de ahora en adelante, la alameda.
  4. Se volverá a cortar el pelo de los cachimbos, pero el ritual será encargado a los danzantes de tijera, que hará una competencia de varias horas hasta que caigan todos menos el ganador.
  5. Se abrirán nuevas carreras: Mística Andina en sociales, AutoAyuda en Humanidades, Culinaria en gestión, Andenería, Tejido y Adobe en ingeniería, y Turismo Vivencial en Artes.
  6. Los jazmines para el pelo y las rosas para la cara serán cargadas a la boleta.
  7. Los fotos de las tarjetas de identificación serán tomadas por Mario Testino.
  8. Los vigilantes serán ahora chalanes y los Segways serán reemplazados por caballos de paso.
  9. Las clases serán anunciadas por pututos que serán de exclusivo uso de cada decano, quienes deberán ponerse un tocado de vicuña, teñido de rojo y blanco (jamás de blanco y amarillo, eso ya fue).
  10. Para aliviar las largas caminatas de edificio a edificio, se reabrirán las acequias, y se podrá usar barquitos selváticos para ir de facultad en facultad.
  11. Las bienvenidas a los cachimbos, y a los alumnos de intercambio, serán reemplazadas por "iniciaciones" a cargo de un chamán, que les pasará un cuy mágico antes de darles a beber ColaHuasca y entregarles su chullo oficial Marca Perú / PUCP, hecho en China pero diseñado por Gerardo Privat (o el que gane la buena pro).
  12. Ahora somos la PUMP: Primera Universidad Marca Perú.

4 comentarios:

blogesia dijo...

El objetivo de la marca Perú es doble:
1. Para el extranjero es vendernos como un producto turístico/empresarial
2. Para los peruanos la campaña busca que tanto instituciones como personas hagan suya la marca.

Es el segundo punto en donde entra la pucp, igual que Inca Kola o el BCP.

Ser embajador es pertenecer al Olimpo peruano, a esta especie de avengers peruchos que los peruanos puedan reconocer como sus representantes.

Para mí es una estrategia de marketing hacia nuevos postulantes peruanos para cambiar el gancho que te da ser católica, entendido como ser la máxima representante de ciertos valores y tradiciones antiguas, por el gancho que te da ser Marca Perú, entendido como ser la máxima representante de ciertos valores y tradiciones modernas.

Ahora, esto es pasajero, la MP te exige una renovación anual pagada de una barbaridad de plata, no creo que esto pase de algo de 1 año o 2.

Creo que muchos chicos y papás pueden optar por la modernidad peruanizada de la MP como un equivalente a lo católico. Es decir, pasamos de ser representante oficial de la marca transnacional con más prestigio en la historia del mundo a ser el asociado de la marca nacional más querida.

Unknown dijo...

Ni lo uno ni lo otro. Pero, que hacemos gastando letra en sacar de la igonrancia a un Don Nadie como tú. De nada sirve explicar ni argumentar. Cuando quieren buscarle tres pies al gato pues lo encuentran. Nada les parece, con nada se conforman. La crítica barata, sin fundamento ni análisis campea en las redes y últimamente en el espíritu de muchos peruanos, que encuentran deleite y satisfacción en destruir en lugar de construir. A Dios gracias son los menos.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

José Polk: tu sofisticada crítica, ¿se refiere a mí o a José? Si es a mí, vaya y pase, pero espero que tengas la elegancia de disculparte por insultar en casa ajena a terceros.

Si es a mí, te invito a darte cuenta que un comentario irónico debe tomarse así, y no como motivo para insultar o rasgarse las vestiduras, más cuando es sobre la PUCP antes que sobre la "marca Perú".

Unknown dijo...

jajajajaja morí de risa, aún así prefiero el chifa de San Marcos, te dan lo equivalente a 5 básicos.
Al final no sé si es preferible pertenecerle al vaticano o al gobierno.