martes, 21 de julio de 2009

¿Derecho a la propiedad o la cultura?

Largos debates en todo el mundo sobre el tema aparte, tenemos entre manos un debatito local sobre qué entender por derecho al derecho de autor. Marco Sifuentes puso una pica (bueno, un mondadientes) en Flandes este domingo, y Armando Massé, con poca gracia y mucha pica, contestó hoy martes.

Marco reivindica el discurso libertario del movimiento A2K, que sostiene que no debe limitarse el acceso a la cultura y al conocimiento que las tecnologías de información y comunicación permiten. Los padrinos intelectuales de esta posición son Lawrence Lessig y desde un ángulo más cerrado, Richard Stallman. Massé en cambio toma la postura pro-derechos propia del representante de una asociación de derechos colectivos, la APDAYC, que sostiene que los creadores intelectuales tienen derecho a recibir retribución por sus creaciones, y que finalmente sin ellas no hay incentivos para crear.

Bacán: puestas en sus versiones esenciales, ambas posturas son válidas y completamente plausibles. En el contexto de columnas periodísticas no hay mucho espacio para las sutilezas, y la verdad es que varios aspectos son expuestos de manera maniquea: cuando Marco dice "Tanto el canon digital como la criminalización de la copia sin fines de lucro son manotazos de ahogado frente a la verdadera nueva ola: toda esa producción cultural generada gracias a las nuevas tecnologías" está exagerando, porque no se trata en todos los casos de producción cultural, sino de reproducción / copiado descarado. Efectivamente, es imposible tener un sistema de producción cultural masivo y global sin un sistema de comercialización eficiente y eficaz, y eso es lo que ha desaparecido cortesía de la Internet, el P2P y colateralmente de iPods y móviles varios. Esto no niega el contrargumento: si yo he pagado por mi canción, en un 45 o en un MP3, ¿no tengo derecho a hacer lo que quiera con ella?

Lo que el señor Massé no dice es que las reglas se han cambiado para evitar que los conglomerados mediáticos se adapten, protegiendo su negocio tal cual, y fracasando miserablemente en el intento. Tampoco dice que la tasa o canon por copia privada es un impuesto ciego, que castiga al consumidor que comprar DVD para distribuir sus propios videos tanto como al pirata que medra de los derechos ajenos. Esto, aparte de sus graves errores (¿confundir una columna firmada con un editorial? Plis...), su pobre intento de bromear con nombres y personas, y sobre todo el argumento deleznable que mezcla al pirata del hueco con el consumidor que copia un CD de otra persona. Yo no tengo prácticamente nada pirateado (por ahí un par de VCD regalados) y tanto mis DVD, mis CD y mis juegos de computadora son legales; pero sí tengo música copiada de redes P2P, porque nadie está haciendo dinero con ella y asumo que alguien pagó por ella en un momento de la cadena: es el equivalente al cassette que me copiaban mis patas hace 20 años, o el CD-R que quemaba en mi compu hace 10. Citar a autores que trabajaban en la OMPI para bajar a Lessig también es muestra de poca imaginación intelectual, por decir lo menos. Baste mirar este debate en el Economist (publicación caviar en el sentido imperial ruso, si se quiere) para ver que el consenso fuera de la industria y sus propios intereses, y sus adláteres de la OMPI y similares, es que el marco legal de los derechos patrimoniales de autor "hace más mal que bien".

Hay pues, necesidad de debatir el tema. Pero sobre todo, hay necesidad de reconocer que los intereses de la comunidad y los actuales intereses de los conglomerados de contenidos no son comparables, conmesurables ni mucho menos similares. Un debate honesto parte de buscar reducir el consumo y producción de piratería en el Perú separado este tema de los demás, no mezclando papas criminales con camotes de consumo ni mucho menos la oca de la producción novomediática. Para eso se necesita más que bromas gastadas o argumentos exagerados: se necesita honestidad intelectual y ganas de llegar al bien común, entre todos.

7 comentarios:

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Villanueva:

1. Si el asunto lo vemos por el lado, no del origen del dinero, sino de la utilidad que se le da, la cosa tiene otra connotación. El tema es qué hace con tanto dinero la APDAYC. Pasa lo mismo que con los impuestos. Si el contribuyente supiera en qué se gastan y esto fuera bueno, gustoso los pagaría. Pero si se enterase de que va a los bolsillos de unos cuentos mafiosos ¿qué sentido tendría pagar?

2. Todos contribuimos con el pago a la APDAYC porque tienen una ley cohercitiva y amenazante, igual que la SUNAT. Pero cuando pedimos cuentas, cuando exigimos ver los resultados la cosa es sorprendente. Los artistas populares, los auténticos, viven y mueren en la pobreza (la APDAYC, con el dinero que tiene, solo les ofrece un seguro de salud ¡en hospitales públicos! Vaya novedad), mientras que la organización adquiere propiedades en todos los distritos de Lima y provincias. Acaban de comprar tres radioemisoras en provincias, un estudio de grabación y han asumido el control de radio Nacional.

3. Entonces ¿para eso quieren tanto dinero? ¿Dónde están los nuevos valores promovidos y financiados por los millones de la APDAYC? ¿Dónde está el nuevo criollismo, la nueva música andina, el nuevo pop peruano gestado a raíz de la bonanza de dicha institución? ¿Dónde están los resultados de 20 años de cobranzas coactivas?

4. Creo que este punto de vista puede alimentar mejor el debate, pues los resultados muchas veces morigeran las discusiones y hacen viables los acuerdos. Pero ante este panorama cualquier cosa justa parece injusta debido al mal uso del dinero. Mientras tanto en nombre de la ley se siguen cometiendo muchas injusticias.

Muchas gracias.

Javier Lishner dijo...

Hola Eduardo:

Permíteme saludar después de tantos años a Luis Enrique, con quien estoy completamente de acuerdo en el comentario. Ahora que LE menciona la toma de la programación de Radio Nacional (con el pleno conocimiento del mismísimo Presidente de la República) solo hago una pregunta, ¿hubo algún concurso público para entregarse la radio del Estado a la APDAYC? La respuesta es no.

Aprovecho para saludarlos por el 28.

Un abrazo,

JL

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Radio Nacional debería ser una radio pública, orientada a fomentar la discusión sobre temas nacionales, difundir la cultura nacional en todas sus variantes, y dar servicios complementarios a la educación. Inevitablemente, algunos asuntos de interés público relacionados con el gobierno deberían ser tomados en cuenta.

Entregar la operación de Radio Nacional a cualquier agente privado es una necedad sino un delito. Dársela a APDAYC es como dársela al grupo Romero: son agentes privados ejerciendo sus intereses con un bien público. Esto sin entrar a discutir si APDAYC es la debida o algo por el estilo, porque el punto de partida es erróneo.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Sobre la APDAYC: tengo entendido que ha sido intervenida por Indecopi por cuestiones de manejo económico.

No me opongo a la existencia de las sociedad de gestión colectiva, ni al principio que aquello que está protegido por derechos patrimoniales de autor requiera un pago por su uso. Me opongo a las normas necias, a la arbitrariedad de actuar primero y justificar después, y al principio fariseo que tanto las SGC como las grandes empresas mediáticas puedan caerle al consumidor como jauría de perros hambrientos sin garantizar que el artista tenga derechos, que la plata llegue a sus manos, y que los contratos abusivos de productores y promotores no sean la norma. Cuando las cosas estén parejas hablaremos del respeto a la ley con más entusiasmo, pero cuando Indecopi defiende a Sony Music pero no mueve un dedo respecto a los derechos derivados de actores que se mueren de hambre pero no reciben regalías por la enésima repetición de una serie, entonces algo está bastante mal.

Ortega dijo...

-Hasta donde se Apdayc solo va a encargarse de la programacion musical de Radio Nacional. Por que tanto reclamo? te gustaba como programaban musica antes? la escuchabas?
-El Indecopi supervisa a Apdayc..te representa para que tu no lo hagas.Tu puedes sospechar de malos manejos. Los autores (no artistas) que se consideran mal pagados pegan el grito al cielo por gusto ya que pueden pedir se les muestre como se hace el reparto. Esta de moda decir "no me pagan",pero si tuvieran la razon Masse y compania ya estarian presos. En estos momentos Indecopi esta haciendo una auditoria (mas) a Apdayc y no es la primera vez...cuanto desfalco, hallaron?, cuanto robo han descubierto ? seria bueno que vayas a Indecopi y te digan y asi informes correctamente..no te limites a repetir acusaciones sin probarlas..no crees? En cada linea de tu post hay incongruencias..da pena realmente y claro todos opinan al sentirse amenazados por tu informacion equivocada.

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

A ver Ortega...

Solo he dicho que APDAYC ha sido intervenida por Indecopi. No he hablado de malos manejos, sino que Indecopi ha intervenido por malos manejos. Si quieres criticar las incoherencias de mis posts, comienza por no ser incoherente tú mismo.

Igualmente: si te tomas el trabajo de leer mi comentario, verás que mi crítica a que le entreguen a APDAYC la programación de la música se basa en principios sobre la gestión de los bienes públicos, no en la calidad de la música que programará; ese argumento no solo es especioso e infantil, sino que desvía la discusión de la dirección que planteo a una completamente trivial. Así programen 24 horas de mi música favorita, es un absurdo que Radio Nacional, emisora del estado peruano que debería actuar como radiodifusor público, sea entregada a un agente privado, sea cualquiera que sea. Espero que ahora sí entiendas mi argumento.

Gracias por anotar la existencia de incongruencias en "cada línea de mi post", las que sería muy saludable que indicaras, cosa que no has hecho. Si bien acepto que al hablar de "artista" en vez de "autor" estoy moviendo el foco de mi argumento, he tratado de referirme a principios generales sobre cómo gestionar las SGC, no solo APDAY, y al definitivo principio de defender todos los intereses, no solo los de parte de los agentes económicos, cuando se regula un mercado o se crean normas sobre rentas y patrimonios. Aunque no lo creas, sé bastante del tema y entiendo bastante bien la diferencia, cosa que se puede comprobar sin problemas revisando este blog y mi sitio web. Te recomendaría que leyeras con más cuidado antes de escribir.

Edilberto Cuestas Chacón dijo...

Esperemos que la programación cuente con el monitoreo profesional,para no caer en favoritismos,en todo caso siendo la emisora de todos los peruanos debe ser el oyente quien oriente la programación,con sus preferencias.