sábado, 1 de diciembre de 2007

CIRN 2007 - Communities in action conference

Tuve el privilegio de asistir a esta conferencia pequeña pero sabrosa, que tiene ya cuatro años. Salvo la versión del 2005, en Ciudad del Cabo, su sede ha sido la espléndida sede del Monash Centre en Prato, Italia.

El propósito de este evento es juntar a la gente que se dedica al más bien específico campo llamado "Community Informatics", que es algo así como la utilización desde y para la comunidad de la informática. Como tal, es una de esas definiciones que pueden significar algo para los interesados como no; mi impresión es que el grupo no tiene más coherencia que la que la experiencia compartida brinda, y que debe haber mucha gente alrededor del mundo que hace lo mismo que el grupo pero que no se ha enterado de, o que considera relevante, la existencia de este grupo en particular. La entrada en la Wikipedia sirve para mostrar la amplitud de la aproximación junto con la especificidad de la temática.

Esto no hace a la Red de Investigadores en Informática Comunitaria (CIRN) menos interesante. Es un grupo más de practitioners que de investigadores académicos, lo que tiene su utilidad y sus limitaciones; pero es un grupo ecléctico, variado y sobre todo dúctil, que no guarda particular relación con profesiones específicas, a pesar de la predominancia de informáticos y bibliotecarios (yo llegué allí por viejas conexiones de mis tiempos de bibliotecario).

El sesgo más serio es el anglosajón. El idioma de la conferencia es el inglés, es organizada por una universidad australiana, y el grueso de los presentes viene del mundo angloparlante. Hay relativamente pocos estadounidenses, lo que no es ni bueno ni malo, y obviamente hay muchos australianos. Solo una africana y un latinoamericano (bueno, podrían ser tres si contamos a los portorriqueños, pero esa conversación es para otro día) entre los ponentes, algunos asiáticos de los "ricos" y ahí termina. ¿Cuál es el problema aquí? Precisamente el sesgo anglosajón, que para cualquier efecto implica "países ricos" y por lo tanto preocupaciones más bien distintas a las que los del "sur global" nos inclinamos.

El otro gran sesgo es metodológico: como la preocupación viene de las comunidades, abunda el trabajo etnográfico, que expone lo que se hace en cada instancia y lo que se logra, pero que no necesariamente trata de enlazar con otros aspectos de la vida social o de la implementación tecnológica en una sociedad dada. No es un defecto fatal, pero potencialmente puede impedir que la disciplina salga del "gueto" de practitioners y llegue a algo más académicamente amplio. Quizá exagero, pero el sesgo se sentía en la relativa falta de "vuelo" de muchas mesas en el evento, donde podíamos enterarnos de muchos proyectos con lujo de detalles pero no lográbamos saber más sobre las comunidades mismas, y sobre todo, sobre lo que las comunidades buscaban lograr mediante la tecnología en el contexto de sus sociedades.

Este es un debate pendiente que incluso alcanza a la revista Journal of Community Informatics, en donde tengo el cargo más bien administrativo de editor asociado (hago que la revista se publique, pero estoy lejos de ser muy influyente en la marcha misma de la comunidad intelectual que la elabora). La diversidad de temas no deja de ser interesante pero muestra que estamos todavía lejos de tener, colectivamente, en claro qué estamos haciendo y a dónde vamos. Como mi sesgo no es el de practitioner sino el de académico con intereses más panorámicos, creo que conferencias como CIRN son interesantes pero necesitan más participantes de muchos más sitios y algunos ejercicios de teorización para lograr avanzar hacia el objetivo de entender qué rol en el desarrollo social y de las comunidades juega la informática, la Internet y los nuevos medios.

Como el evento sirvió también para lanzar la Asociación Internacional para la Informática para el Desarrollo, que intenta ser un punto para agrupar a los interesados en el ICT4D, o las tecnologías de información y comunicación para el desarrollo. Esata iniciativa todavía está en pañales, pero puede ser un camino mucho más útil para la comunidad latinoamericana que lo que ofrece CIRN como espacio sobre lo comunitario en general, por el sesgo ya indicado.

Que sirva esto para hacerle propaganda a la discusión sobre la relación entre lo digital y la comunidad en América Latina que hemos tratado de iniciar con el número especial de JoCI sobre el tema, que ya promocioné aquí; y también a mi reflexión sobre el desarrollo y la informática, que fue mi ponencia a la conferencia, aquí disponible. Y también debería servir para que estemos atentos a la posibilidad de postular a becas, si se logra establecerlas, para asistir a CIRN 2008, conferencia sobre la que informaré aquí según vaya siendo posible.

Algo atrasado, pero por varias razones recién puedo terminar este post.

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