jueves, 28 de enero de 2010

ACTA: contra esto hay que luchar

El acuerdo de comercio anti-falsificación (ACTA) es un perfecto ejemplo de todo lo mal que está sucediendo en la legislación de propiedad intelectual, en el mundo entero. Es un Acuerdo multilateral negociado a puerta cerrada por unos cuantos países, que busca crear mecanismos internacionales de control de propiedad intelectual por encima de cualquier legislación nacional, y que favorece claramente el modelo controlista y de la "vieja escuela" que los grandes conglomerados de contenidos prefieren. Es una amenaza brutal al desarrollo de la Internet, y como tal, a la libertad de expresión.

Este acuerdo está siendo negociado entre los EEUU, Canadá, Japón, Singapur, los Emiratos Arabes Unidos, México, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Australia, Marruecos, y la Unión Europea. Si bien el principio de partida fue un acuerdo que facilitara el control sobre bienes falsificados, especialmente aquellos que provienen de economías emergentes como China o Rusia, la cosa se ha deslizado hacia temas más delicados, como provisiones para que los proveedores de acceso a la Internet tengan que monitorear su tráfico para comprobar que no hayan bienes falsificados (es decir, copias no autorizadas o piratas) de contenidos protegidos. También se considera necesario la implementación de respuestas graduales (los three strikes) y en general la cooperación entre países firmantes, con la posibilidad de agencias aduaneras controlando el flujo de contenidos a través de las fronteras y tratando a los que traten de pasar versiones no autorizadas o piratas, como contrabandistas.

Obviamente, las redes P2P son uno de los objetivos principales, y la privacidad de los usuarios saldrá perdiendo, como dice Michael Geist.

¿Qué tal? Una maravilla de tratado, que está siendo negociado en estos días en México, de manera completamente opaca a pesar de las filtraciones de información y de los pedidos de congresistas de los países negociadores para que se releven los detalles. Por eso la Electronic Frontier Foundation y la Free Software Foundation, entre otros, están haciendo campañas en contra de ACTA; también hay un grupo en Facebook para los interesados.

El punto de fondo es el mismo: nuestras libertades están en riesgo porque no se quiere o no se puede considerar las consecuencias sobre ellas que estas decisiones traerán. Y eso es la definición de algo que debe evitarse, algo contra lo cual hay que oponerse.

Ergo: No al ACTA. Uds. dirán que no es asunto nuestro, que finalmente lo están firmando otros; pero si llega a ser finalizado, pasará lo obvio: nos pedirán que lo firmemos. Y si no hay claridad sobre lo que esto significa, será firmado y al diablo con las consecuencias. Finalmente, es nuestra manera mediocre de ser globalizados.
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3 comentarios:

Alejol dijo...

La verdad, no sé cual es el punto de equilibrio entre la libertad de expresión en Internet y el control que cada Estado debe tener sobre las comunicaciones.
en un principio, pensaba que Internet debía ser un lugar de libertad total librado a la responsabilidad de los internautas.
Pero hace poco leí en Google Books la introducción del libro "Who controls the Internet?: illusions of a borderless world" de Jack L. Goldsmith y Tim Wu; y tiene un argumento fuerte a favor de que las leyes nacionales valgan en Internet.

Ejemplifican la situación con el juicio llevado a cabo contra Yahoo en 2001 acusado de permitir a ciudadanos franceses en Francia comprar artículos nazis prohibidos por la ley de Francia.

Lo plantean así: si una multinacional como la Ford vende autos en EE.UU. y en Francia, para poder vender en Francia sus productos deben acatar la legislación francesa. ¿Porqué Yahoo tendría libertad para vender artículos nazis en Francia?

Yahoo argumentó dificultades técnicas para discriminar de dónde eran los visitantes a sus servidores. Luego se demostró que esto era falso, y que Yahoo sabía en el 90% de los casos la ubicación de los visitantes. Perdió el juicio.
Más aun: unos años después, Yahoo firmó voluntariamente un acuerdo con el gobierno chino para censurar su portal en China, cambiando 180 grados su postura.

Por otor lado, la legislación de derechos de autor se está desequilibrando a favor de gigantescas empresas y limitando los derechos de los usuarios a compartir. Las empresas esgrimen billonarias pérdidad, pero, ¿si no hubiera más remedio que comprar ese software, o esas canciones, lo haríamos? Yo creo que no. O usariamos alternativas de software libre, o directamente no compraríamos el CD de esos artistas. Y creo que el autor no es el principal beneficiado de las leyes de copyright, sino gigantescas empresas que sólo le dan un pequeño porcentaje.
Una alternativa puede ser reducir los plazos de propiedad intelectual, de manera que al cabo de pocos años pase al dominio público. Otra, alguna tasa a todos los medios que permiten la duplicación de soft y multimedia (CDs en blanco, Internet, PCs), y destinada a los autores, no a las empresas.

Jorge Bossio dijo...

"alguna tasa a todos los medios que permiten la duplicación de soft y multimedia (CDs en blanco, Internet, PCs)" ... absurdo!!

La PI es la propiedad del contenido, del intangible ... el colmo sería que se extienda hacia los bienes materiales ... eso sería un robo ... pues un CD en blanco es de mi propiedad nadie tiene derecho a asumir que lo usaré para copiar o reproducir propiedad de otros, al hacerlo -y ponerle un impuesto- están limitando mis derechos de propiedad ¿también pondrás un impuesto al papel y la tinta, a la energía electrica que usan las fotocopiadoras, a las cámaras fotográficas, a las computadoras? ... pongamos un impuesto a todo aquello que haya sido inventado para almacenar y difundir conocimiento ... en resumen: un impuesto a la cultura!!

Peter Drucker decía que no hay nada más inútil que pretender hacer eficientemente aquello que no debería hacerse en absoluto.

Alejol dijo...

Jorge, no me entusiasma en absoluto crear impuestos. Pero alguna remuneración debe tener el autor. (Y centro la atención en la persona, no en la multinacional que le compra los derechos). Actualemente, el papel, la tinta y la energía eléctrica pagan impuestos. Acepto otros mecanismos para financiar a los creadores.
¿Tú qué propones?