sábado, 5 de noviembre de 2011

El futuro, y dónde no mirarlo

Microsoft acaba de lanzar un video sobre su visión futura de la productividad. Bien hecho, global, con el viejo truco de la diversidad dentro de la homogeneidad occidental, nos muestra refrigeradoras interactivas, lentes que incorporan mapas, teléfonos que interactúan con pantallas de video en estaciones de tren. Lindo.

Inevitablemente hace recordar un video de hace 24 años, Apple's Knowledge Navigator. Para su época, ese video nos ofrecía cosas alucinantes, como la posibilidad de interactuar mediante voz con una tableta que estaba conectada con todas las fuentes de información del mundo y que además permitía videoconferencias. Como han anotado muchos, esta visión está casi hecha realidad: salvo la capacidad de combinar datos a pedido del usuario con comandos de voz, un iPad con iOs5, que incorpora el asistente personal Siri, puede hacer casi todo, y la integración de Siri con Wolfram Alpha bien puede producir que para el aniversario 25 del video del KN, todo sea cierto, a excepción de la interfaz, que afortunadamente ahora es mucho mejor que el diseño escolar que aparece en el video original.

Por esas cosas de la vida, el video del Knowledge Navigator parece ocurrir ¡en 2011! O sea, la visión de Apple está casi perfectamente alineada con la realidad. ¿Querrá decir eso que la visión de Microsoft, que está fechada para el 2020 +/-, también se hará realidad en su momento?

No.

O mejor dicho, no importa.

Como soy "especialista en tecnologías" (varios diarios), "gurú de la Internet" (mis ex-alumnos que saben cómo me revienta el mote) o hasta "teórico en comunicaciones" (Ellos y Ellas dixit), muchas veces me preguntan por lo que pasará en cinco años o más, o quizá hasta en 25 años. Siempre me niego a responder, y estos dos videos me sirven de perfectas explicaciones de por qué no hacerlo.

Más allá de la coincidencia de lo ocurrido, el video de Apple asume las cosas completamente al revés, a saber: ignora la Internet, dado que presenta la conexión como una integración hecha a medida del producto antes que genérica; enfatiza la potencia de la interfaz oral, cosa que recién está madurando, con Siri, al estilo de lo que se plantea en el video como si fuera algo natural; presenta la habilidad de combinar inteligentemente información, cosa que es algo todavía complejo; y muestra acceso a información completamente abierto, buscando artículos académicos con la misma simplicidad con la que se muestra estadísticas, cosa que es inviable salvo que alguien esté pagando mucha plata para lograr ese acceso.

En otras palabras, Apple planteó un futuro sobre el que no tenía control, y que ha ocurrido si se lo mira superficialmente, y en buena medida, porque muchos actores han convergido en la misma dirección. Sobre todo, sin la Internet, esto que es el presente parecido al futuro de 1987, no habría ocurrido.

Lo mismo pasa con el futuro de Microsoft. Salvo en un delirio de grandeza sin base alguna en la realidad, Microsoft jamás podrá lograr lo que es la gracia de la predicción: un montón de información y un montón de usuarios perfectamente en sincronía y completa disponibilidad; porque para lograrlo, o Microsoft lo hace todo (¡ja! ¡claro!) o depende de otros, de estándares abiertos y fáciles de implementar (como la Internet) o de acceder a los servicios de la competencia. Y eso significa someterse a las ambiguedades de estilo y presentación, a la falta de consistencia y la ausencia de estándares de servicio comunes, que son propias de un mercado con múltiples proveedores.

Eso sin contar con el detalle que John Gruber menciona con mucha claridad: si una empresa tiene tiempo para pensar en cómo será el futuro lejano, no tiene claro o no le está prestando atención al presente y al futuro inmediato, que son su responsabilidad. La premisa aquí es simple: si no puedes controlar el futuro inmediato, ¿cómo puedes pretender decir cómo será el futuro lejano?

Por eso yo no hago predicciones: no solo porque no me ligan, sino sobre todo porque no tienen sentido. Nadie maneja tanta información como para saber qué podría estar pasando realmente ahora, con lo que el futuro es solo una serie de posibilidades que no siempre podemos ponderar adecuadamente. El resto, incluso las proyecciones de mercado, son especulaciones más o menos informadas. Si no me creen, lean esto y luego hablamos.
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