Hoy, 15 de octubre, una variedad de ciudades del mundo enfrentan, en mayor o menor grado, protestas que genéricamente podrían llamarse "99-1": los activistas reclaman representar los intereses del 99% de la población que no es escuchada por un sistema político dedicado a defender los intereses del 1%, los banqueros, las grandes corporaciones.
Más allá que sea cierto o no, lo interesante es cómo estas protestas muestran el verdadero rol que los medios sociales pueden jugar en la política contemporánea. No es que los movimientos hayan creado una agenda común, o que se trate de grupos realmente organizados globalmente, sino que mucha gente, y ciertamente muchos movimientos locales, han logrado adoptar una narrativa global gracias a las capacidades de alcance global y conexión interpersonal de los medios sociales.
Lograr crear esta narrativa global, sin contar con medios sociales como Facebook, sería casi imposible, por costo y lentitud. En este caso, las distintas voces han confluido en un conjunto de slogans parecidos y en un día de acción común, lo que muestra realmente el poder de los medios sociales: facilitan no tanto la acción colectiva, sino el relato colectivo.
Claro, la resolución de los conflictos políticos solo es posible de manera local, enfrentando los sistemas políticos de cada país. Pero eso no impide aceptar que un primer paso interesante se ha logrado: transmitir el mensaje que el problema es global y que las acciones para enfrentarlo también son globales. Que vaya a funcionar, difícil saberlo, pero que la narrativa, el relato colectivo de protesta ha sido implantado en la política, no cabe duda.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario