Uso la Wikipedia desde el 2003, fácil. He creado un par de artículos y editado muchos, siempre en la versión en inglés; la versión en español, ante sus problemas, nunca me llamó mucho la atención. Creo que es un buen recurso para comenzar a investigar, no para investigar académicamente, y es más el reflejo de las obsesiones de los habitantes del mundo digital que de cualquier interés serio en el conocimiento humano.
Es fácil burlarse de ella: sea con sátira, como The Onion, o por su inconsistencia editorial (las controversias que obsesionaron a Ocram por ejemplo) o por las ocasionales barbaridades cometidas por algunos necios, como el artículo principal del 8 de diciembre del 2007, que a las 10.58 pm estaba así, pero que a las 11.02 ya estaba en buen estado. Pero al parecer hay bastante más ocurriendo tras el aparente proceso civil y consensual que se supone yace en la base del proyecto.
Primero: los editores principales parecen tener un sistema privado, oculto, de comunicación entre ellos, que les permite "banear" a aquellos que parecen encaminarse a ser editores estrella, para impedirles acumular poder. Este tema ha sido manipulado al más alto nivel (por el mismísimo Jimbo Wales, el promotor de la Wikipedia), y no está resuelto.
Peor aún: citando a The Register en este amplio y detallado artículo, "The Wikipedia elite blacklisted Judd Bagley because he accused them of using their powers to hijack reality." Al bloquear a este caballero, han bloqueado una gran cantidad de potenciales usuarios simplemente porque quieren evitar que siga una controversia confusa y al parecer personal. Ocultos tras los nicks impenetrables, los wikipedians no han sido precisamente transparentes.
De acuerdo: la Wikipedia no es una democracia, sino un intento muy poco estructurado de meritocracia, como el mismo Wales ha dicho. Pero tampoco es un wiki, en realidad. Creada como tecnología para facilitar la publicación rápida y la colaboración, la wiki no es un espacio natural para que tanta gente escriba sobre tantas cosas, porque es lo más natural que se salga de las manos de los creadores. El resultado es un espacio que sin ser malo es más desordenado e inconsistente de lo que un wiki con poca gente podría ser. Claro está, sería imposible hacer una enciclopedia de la escala que ha terminado siendo la Wikipedia usando otros medios, como los fracasos previos, los intentos truncos, y los probables fracasos por venir, lo demuestran.
Quizá sea que la Wikipedia ha llegado a un tamaño excesivo para su propio bien. Demasiados artículos implican demasiada trivialidad y mucho ruido; hay un énfasis inevitable en lo popular, tanto en la consulta como en la creación. A pesar de los múltiples niveles de control editorial, que van desde el borrado o restauración rápida cuando es necesario hasta la discusión larga y tendida de las controversias, igual se cuela basura, a veces en sitios importantes. Quizá es la mejor demostración de los límites de la creación colectiva que se asume en la base de eso que se llama, confusamente, la Web 2.0.
También un inevitable proceso de creación de poderes fácticos hacia adentro, que lentamente actuaran como "dueños" porque no quieren perder control del producto, a pesar que en principio, no debería existir algo así como control. Este proceso no busca garantizar la calidad porque no es su propósito, como se discute en este buen pero denso artículo académico. Es una "ilusión de hackers", que presumen que el orden surgirá solo, sin más esfuerzo que la imposición de una meritocracia benigna; la idea de poner una copia en las XO-1 es un ejemplo de esta actitud: ¿realmente es un recurso que vale la pena poner en manos de millones de chiquillos desinformados? No, si la intención es que sea una fuente de información; sí, y mucho, si la idea es que del espíritu y práctica de la Wikipedia surga la misma vocación de registrar la realidad y "cambiar al mundo", como lo proclama su banner de donaciones.
Seguiré leyéndola y disfrutándola, pero quién sabe si pronto caerá bajo su propio peso...
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