La primera gran adquisición de un nuevo medio, tras el colapso de la burbuja de los punto com, fue Skype, por el que eBay pagó 2.600 millones de USD. Como en muchos otros casos, la pregunta obvia fue ¿vale eso? Pues ahora está claro que no. Y lo dice eBay.
Este lunes 1 de octubre, eBay anunció que iba a poner como pérdida contable 900 millones de verdes al haber reevaluado lo que significa Skype como unidad de negocios. No se trata que Skype no sea popular, ni mucho menos. El problema es dual, tanto técnico como comercial, y no parece tener solución.
En lo técnico, la idea era lograr sinergias: Skype sería integrado en el software de eBay, para lograr que los usuarios de eBay usaran Skype en sus intercambios, y los usuarios de Skype tuviera un mecanismo fácil de pago y de colocación de ofertas en estas plataformas. La ilusión convergente como justificación de una intervención tecnológica. El problema es que no funcionó, y más allá de la pobre integración a nivel de software, el punto es que resultaba innecesaria, porque no había imperativo convergente en este plano en particular. Los usuarios eran perfectamente capaces de usar Skype e eBay por separado, porque sus prácticas seguían diferenciando claramente la comunicación del intercambio comercial entre privados.
Esto plantea el problema comercial de fondo: incluso cuando se logran, ¿estas sinergias son monetizables? Skype logró su rápido crecimiento gracias a la oferta de comunicación de voz gratis, sin intervención de compañías telefónicas que cobraran tráfico portador y servicios finales. Ciertamente, algún negocio tenía que haber detrás, y se llama SkypeOut: llamadas de Skype a teléfonos fijos, una especie de callback donde una parte del sistema corre en la Internet y otro, a nivel local, recibe las señales convertidas a voz. También existe el SkypeIn, donde desde un teléfono fijo se puede llamar a Skype como si estuviera en la red telefónica convencional, mediante el alquiler de un número telefónico en ciertas localidades.
No hay cifras sobre la cantidad de usuario, y la cantidad de dinero, de SkypeOut/In, pero se especula que está en declive, con más gente usando "solo" Skype. Un usuario de Slashdot plantea el problema inicial que enfrenta este modelo: el éxito del servicio original de Skype, las llamadas entre usuarios del servicio, implica la disminución de la demanda por el servicio SkypeOut, puesto que conforme se vuelve popular una manera de hacer las cosas, los incentivos para usar el servicio convencional de telefonía disminuyen.
Aparte de especulaciones varias sobre otras formas de integración de Skype con eBay, o de trasladar la funcionalidad hacia servicios móviles, lo que queda como resultado concreto de esta experiencia es que resulta muy complicado hacer funcionar estos servicios como negocio. La paradoja de muchas innovaciones recientes, que también afecta al periodismo, es la que sigue: los nuevos medios degradan o directamente destruyen la viabilidad financiera de los viejos medios, pero no logran crear una alternativa de negocios que a su vez los sostenga en el tiempo. Skype ha surgido como una alternativa a la telefonía de larga distancia, permitiendo que muchas personas no tengan que pagarle a una empresa de telecomunicaciones por estos servicios; pero los que antes pagaban, y aquellos que no podían pagar y por lo tanto, no hubiese contratado estos servicios, no son una fuente de ingresos para el reemplazante.
¿Qué pasará con compañías como Skype? Difícil de saberlo. Pero deja espacio para la especulación en grande, cosa sobre la que espero volver pronto.
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