Hay un conflicto entre los docentes de las universidades públicas y el gobierno central que muestra varios problemas. Voy a plantear unos cuantos menores, para llegar al verdadero problema.
Primero, hay una ley francamente idiota que homologa sueldos con el poder judicial. Ese es el tipo de necedad burocrática que cuadricula la administración pública en el Perú y que hace imposible poner el mínimo de orden necesario para que se utilice el dinero con orden y resultados. No sirve de nada solo subir sueldos.
Lo que lleva al segundo problema: la universidad pública está subfinanciada, subvalorada y en general ignorada. Salvo Fujimori, que le metió militares y luego plata para edificios, no ha habido nada parecido a una política universitaria en décadas, con la excepción de los intentos menores de Nicolás Lynch que no funcionaron por falta de tiempo y por la pusilaniminidad de su jefe. Los sueldos tienen que subir junto con los presupuestos para bibliotecas, infraestructura, laboratorios, investigaciones, viajes, publicaciones, etcétera bien largo.
Lo que lleva al tercer problema, la coyuntura: aumento con evaluación. Francamente. Aunque hay cierto mérito traspapelado en las guarangadas del presidente, a saber:
- Sí, es cierto, la universidad es inherentemente meritocrática y los profesores son evaluados, de acuerdo a la ley y en plazos por categoría. Lo sé porque soy profesor universitario que ha sido evaluado varias veces.
- Sí, también es cierto: es una evaluación débil. Incluso en la PUCP, donde nos preciamos de regirnos realmente por meritocracia, no siempre ocurre así y ni se bota a todos los malos, ni se promueve como es debido a todos los buenos, ni se evitan todos los padrinazgos.
- Sí, es cierto, en todo el mundo los docentes son premiados por su productividad, y reciben incentivos cuando publican, cuando son invitados a eventos, cuando participan activamente de la actividad académica. Claro está, lo hacen porque hay facilidades, pero ese mérito se premia, cosa que aquí no ocurre.
Entonces, lo que el gobierno están planteando es un aumento de sueldos que no es un aumento, sino un bono de productividad académica, con lo que elude el tema del aumento, y trasgrede la ley (como se ha hecho en los últimos veintitantos años, dicho sea de paso). Este bono de productividad académica parece ser un paso hacia un mecanismo de incentivos, pero no lo es porque está planteado en términos más bien matonescos y al mismo tiempo débiles, sin mayor respaldo institucional ni concierto con el medio abandonado proyecto de acreditar carreras y universidades, que avanza demasiado lento, y que debería ser parte de cualquier mecanismo de reconocimiento (porque no se le puede exigir lo mismo a profesores en condiciones extremadamente distintas).
Cuarto problema: ¿qué garantías de mejor servicio implica este bono / simulación de aumento? Porque no se puede negar que algo hay que hacer con la calidad educativa, sobre todo porque todavía vivimos bajo la supuesta égida del concepto de sistema universitario, aunque hay algunos que han optado en parte por salirse de él.
Porque tenemos universidades públicas, con gestión descentralizada en algunos aspectos y centralizada en otros; universidades privadas de claustro, como la PUCP, organizadas sin fines de lucro y gobernadas por sus profesores; y universidades privadas, con fines de lucro, dirigidas por accionistas, como la UPC, la Universidad de Lima y la San Martín de Porres. Sin embargo, y más allá de sutilezas administrativas, todas otorgan títulos a nombre de la nación y por lo tanto, todas son finalmente responsables ante el Estado Peruano de lo que hacen en el proceso de otorgar los títulos, y no solo burocráticamente, sino también en cuanto que lo que se ofrece permita que el señor X estudie en la PUCP o en la universidad de Wildstone, y que su título sirva para ejercer en todo el país porque el señor X está en condiciones de ejercer sin hacerlo horréndamente mal.
Lo que lleva a la gran pregunta: ¿qué hacemos con la educación superior? Porque si no se enfrenta este tema, de poco servirá que nuestro ingreso per cápita se parezca al de Chile, porque la distancia entre nosotros y ellos también depende del tipo de integración a la economía mundo, y esto pasa por contar con capacidades para innovar siquiera en pequeñas escala, y para atraer a grandes corporaciones con buenos profesionales. Sin una buena educación superior no vamos a avanzar mucho.
Tengo mis ideas, pero primero me gustaría saber si los cuatro gatos que leen esto tienen las suyas... digo, para no comprometerme demasiado.
2 comentarios:
Retrocediendo un poco más en tu razonamiento... ¿Para que el estado tiene universidades? suena tonto pero en un país como el Perú donde todo está de cabeza cada 10 o 5 años, hasta esta reflexión es necesaria.
Si queremos universidades para producir "comunicadores" o "abogados" en masa pues entonces estamos en el buen camino.
De lo contrario si lo que se quiere es producir "conocimiento" y "conocedores" entonces hay que dar un golpe de timón. Un buen paso, o un shortcut hacia esto, podría ser empezar por la forma de pagarles a los profesores.
Si por algún lado se puede comenzar que se comience por ahí, me parece que lo peor que se podría hacer es desperdiciar una vez más la oportunidad de empezar con un cambio aumentándoles nomás de la manera más populista posible. Claro, sin plan esto sería solo otro esfuerzo tirado al agua.
Sobre el plan 2 cosas vitales: dinero y dirección
Sobre el dinero. Alguien que tenga la brillante idea de hacer un fondo, así como el que se hizo para el ejército, para la universidad peruana. Alguien dijo mineras? Alguien dijo por favor que no pase por el ministerio de educación, alguien dijo usen el prestamo suplementario para esto y no para comprar computadoras OLPC con el? Alguien dijo algo?
Sobre la dirección. Porque no pensamos en algo más integral y mágico. No sería, digo yo, lo mejor conformar un comité de “reestructuración” o “reorientación” o algo así conformado por los mejores profesores, los más investigadores, los mejores ranqueados, etc. Que den sus opiniones sobre que se necesita y como distribuir un fondo que el estado les asignen. Porque no contratar gente que sea experta en sistemas académicos internacionales y que copien, adapten, etc. al modelo peruano.
Por que los profesores no negocian, evaluación pero con plan?
Digo nomás
José, no estoy seguro que los profesores quieran un plan...
Pero más serio todavía: ¿cuánto de la defensa de sus derechos no es más que la defensa del status quo, de la cátedra eterna?
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