- Que ciertos términos sean finalmente descartados. Que dejemos de hablar de "community managers" cuando nos referimos a administradores de medios sociales, o de Web 2.0 cuando hablamos de medios relativamente incoherentes y sin relación tecnológica o comunicativa entre sí. Que dejemos de usar "sociedad de la información" para referirnos a políticas de telecomunicaciones o de gobierno electrónico.
- Que los medios peruanos maduren, no por el lado tecnológico o novomediático, sino como medios. La televisión local es un páramo, la radio otro mucho peor salvo mínimas excepciones (salve Doble Nueve); los diarios son sensacionalistas, acríticos y urgidos por llamar la atención, incluso en los casos buenos en que hay periodismo de investigación y alguna cobertura inteligente de áreas como economía, internacionales o culturales. No hay alternativas muy notorias en la Internet, a pesar del esfuerzo de Noticias Ser, o el intento algo desordenado todavía de La Mula. Estamos lejos...
- Que no gane la revocatoria, no porque crea que la gestión Villarán sea extraordinaria, sino porque realmente es una tontería revocar con el pretexto de la ineficacia a quien en realidad afecta intereses políticos de corruptos, o porque me cae chinche, que creo sinceramente es la razón predominante en muchísima gente, que disimula su machismo o su "clasismo" tras la excusa de la ineficacia, que tampoco es tan grande o tan distinta a ineficacias anteriores. No es un ejercicio democrático revocar a una autoridad elegida correctamente usando tácticas llenas de falsedades y acomodos de ocasión.
- Que la oferta tecnológica local se amplie: que haya más opciones para comprar, y no tener que escoger entre tiendas por departamentos con poca oferta y peor asesoría, y pequeñas tienditas que no dan crédito o que esperan pagos al contado para dar precios competitivos. No todo tiene que ser la iStore pero ni siquiera Hiraoka es ideal: un supermercado tecnológico quizá sea mucho pedir, pero algo mejor que lo que tenemos...
- Que en la PUCP logremos desarrollar un consenso sobre cómo enfrentar el conflicto con la Iglesia Católica, con la que cualquier pretensión de convivencia hace rato dejó de ser ni siquiera una ilusión. Continuar el status quo, en donde la PUCP espera que la Iglesia se deje de agresiones para volver a conversar y la Iglesia solo piensa en agredir para producir arrepentimiento y una humillación de Canossa de parte de las autoridades, solo garantiza seguir metidos en una trampa de manufactura propia.
- Que el debate en comunicaciones sean más integrado y sistemático. Me sigue sorprendiendo la falta de diálogo ya no entre posturas teóricas sino entre temáticas que tenemos en el campo en América Latina en general y en el Perú en particular. Necesitamos integrar mejor las distintas perspectivas y lograr miradas de conjunto que superen paradigmas anclados en el viejo pensamiento crítico, que tuvo su tiempo y su lugar pero que ya no es relevante.
- Que los intelectuales públicos dejen de conversar entre ellos y comiencen a conversar con la ciudadanía. Más allá de lo interesante que pueda ser, discutir si tenemos o no liberales en el Perú es esencialmente inside baseball, algo que le interesa a los que escriben pero que no afecta la marcha política del país. Los temas académicos merecen discusiones académicas, pero los temas públicos merecen ser tratados para todos y con la intención de encontrar consensos, no definir paradigmas interpretativos. Ojalá lo logremos para mejorar la marcha del país.
Soy Eduardo Villanueva Mansilla, y este blog contiene temas de interés profesional y personal, y lo uso para hablar sobre tecnología de la información, medios masivos y nuevos medios de comunicación, cultura y sociedad, y otras cosas que se me pasan por la cabeza.
martes, 1 de enero de 2013
Siete deseos para el 2013
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