martes, 7 de septiembre de 2010

Los términos del debate público

Estos días el tema de muchos ha sido las opiniones del director del Daily Bigot, ese órgano de la intolerancia y la completa cerrazón. No niego que ha sido interesante, de la forma que un accidente de tránsito es interesante: repugna y atrae y al final capta la atención hasta el punto que nos decimos, "¿qué hago viendo esto?" sin ser capaces de dejar de mirar.

Pero creo que realmente la cosa está llegando a un nivel peligroso, y no por los decires de dicho personaje, sino por la atención que le prestamos. Hay temas críticos, urgentes, que no están siendo debatidos, y lo que dice este personaje no merece discusión.

¿Por qué? porque en realidad no busca debate. Sus puntos de vista no son ni de derecha ni conservadores tanto como intolerantes y provocadores. No busca convencer sino indignar más a los ya convencidos. Usa su stock cultural y su capacidad de comunicación para afirmar su decisión de negar inteligencia a quien no piense como él.

El debate solo es posible con quien respeta al rival, más allá de no pensar como él. El fanático solo merece desprecio, en especial cuando se trata de un fanático por elección propia, de un intolerante que medra en su intolerancia.

Por ello, el ex-Daily Bigot será llamado, por mí al menos, el Arkham Announcer, y tratado como lo que es, "una historia, contada por un idiota, llena de sonido y furia, que nada significa"
-

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Eduardo, hoy escuche tu entrevista en radio capital y estuve llamando pero sin suerte! Qué interesante me pareció tu especialidad!
Desde ahora voy a seguir tu blog!

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

¡Gracias!