sábado, 30 de octubre de 2010

Sofía Vergara es una agente caviar de la CANATUR

Tanto rollo por la comparación desfavorable entre el Perú y Colombia en Modern Family. Tanto rollo porque ha sido una colombiana, haciendo de colombiana, la que nos ha ofendido. A mí también estuvo a punto de hervirme la sangre, hasta que comencé a averiguar. Un buen amigo que trabaja en la Fox, como encargado de lavarle los pies a Ed O'Neill, me contó algunas cosas que comparto con uds., y que nos permiten discernir que finalmente, los peruanos hemos comenzando a jugar el gran juego como los mejores.

Hace cosa de tres años, y preocupados por el éxito colombiano en atraer a turistas a su país, los especialistas en inteligencia turística de la CANATUR decidieron contratar a un compatriota (que no es mi amigo el que le lava los pies a Ed O'Neill, por si acaso) que podía penetrar las redes de creatividad de Hollywood, para que implantara la idea no de hacer una comedia o drama sobre los atractivos del Perú, porque ya se ha hecho varias veces, sino para que denigre, de costado, a Colombia. Con esto se buscaba que los turistas de mayores ingresos decidan que nuestros vecinos de arriba no merecen sus dólares, y por eso había que escoger, entre las joyas del collar andino, a las ricas montañas, hermosas tierras, risueñas playas de ya saben quién.

Nuestro hombre en Sunset Boulevard se dirigió a sus contactos en el inframundo de TinselTown, y gracias a la ayuda de Otto Maddox y Henry Spencer (el original, no el bamba local) ubicó al dealer de hierba de un asistente de Steven Levitan, el que estaba interesado en hacer un sitcom donde la segunda esposa de un respetable pero libidinoso local era peruana. Nuestros agentes lograron influir sobre Levitan para que en vez de una peruana, escogiera una colombiana, porque se buscaba que Sofia Vergara tuviera el rol. Las opciones peruanas no estaban dispuestas a hacer de tontas, de aprovechadas, y de latinas exuberantes pero esencialmente huecas, características esenciales en una latina de Hollywood, más en comedia. Nuestras actrices y modelitos jamás lo harían, especialmente por un rol en un sitcom en el prime time gringo.

Ya implantada la idea en la cabeza de Levitan, todo estaba hecho. Tenía el estereotipo negativo perfecto para venderle al mundo la idea que Colombia no valía la pena, porque claro, ¿quién querría visitar un país donde las mujeres son así? Entonces, contentos en la certeza de nuestro éxito, nos fuimos tranquilos. Contemplamos el éxito de Modern Family, y hasta lo celebramos en aras de la hermandad de los pueblos de Bolívar y porque Sofía Vergara es un hembrón.

Hasta que un caviar (siempre hay un caviar en cualquier historia peruana reciente, siempre) infiltrado en la CANATUR (siempre están infiltrados, salvo en las ONG), logró enviarle un mensaje subliminal a Sofía, usando el método habitual (turrón de doña Pepa pepeado; ¿ven? por eso todo este rollo ocurrió en octubre) para que diera un mensaje que hiciera hervir la sangre a los peruanos bien nacidos, es decir, a los que no son caviares. Lo logró. El director del Arkham Announcer dijo públicamente, en memorable pico a pico con Claudia Cisneros, que esto le hacía hervir la sangre. Es sabido que las personas a las que les hierve la sangre no duran mucho en este valle de lágrimas, así que listo. La caviarada lograría su objetivo: acabar con su máximo archienemigo.

Esa es la explicación. Todo ha sido un éxito. La credibilidad de Colombia está por los suelos, y el susodicho director está más cerca de la jubilación anticipada. Celebremos, celebremos. Pero en vez de gastarnos la plata en Ron de siete años y Pisco Biondi, guardémosla para cuando la chanchita de Godoy.

Se sufre pero se goza...

sábado, 23 de octubre de 2010

Defunciones tecnológicas: domo arigato, Mr. Walkman


Treinta y un años después, y tras haber caido en la obsolescencia hace, qué, unos diez años, finalmente Sony ha dejado de fabricar Walkmans (¿o más bien Walkmen?).

Fue el objeto de deseo tecnológico de todo miembro de mi generación, y una posesión fundamental. Yo llegué a tener uno de plástico negro, propio de finales de ochentas / comienzos de noventas, cuando la electrónica de consumo tenía que ser de color negro. Ciertamente, no lo uso hace mucho tiempo, aunque lo converso, en algún lugar de casa.

Es efectivamente el fin de una era. No quiere decir que el cassette vaya a desaparecer, puesto que se seguirá produciendo, y usando, en muchas realidades en donde las computadoras no son masivas y el CD no ofrece las ventajas de fácil copiado personal y bajo costo que asociamos al cassette. Pero como aparatito, como producto de consumo, el Walkman fue parte de una era y sus nuevas versiones, para CD o con memoria flash, son reencarnaciones de la idea original.

Adios, pues, Walkman. Para los que no saben cómo se usaba, ahí les va un videito instruccional (adecuadamente, con subtítulos en japonés).

sábado, 16 de octubre de 2010

Más sobre voto electrónico: problemas y soluciones.

Sigue la controversia. Aunque ya fue aprobado, el voto electrónico motiva comentarios más bien absurdos de parte incluso de autoridades que deberían difundir críticas sustentadas, no solo cosas que han oído a medias.

Como he dicho antes, no soy experto en el tema, pero sí estoy interesado en los temas de vida digital y el voto electrónico es uno de ellos. Es fácil documentarse con lo básico, y llegar a dos grandes conclusiones: muchos de los problemas que se plantean son manejables; hay varias condiciones elementales para que el voto electrónico funcione. Este post será sobre los problemas, y mañana saldrá otro sobre las condiciones elementales.

Por ejemplo: en declaraciones ayer, el presidente del JNE, Hugo Sivina, ha dicho que hay riesgo de hackeo, y da ejemplos de Alemania y Holanda, donde se habría regresado al voto manual por desconfianza en el voto electrónico. Asumiré que no dio más detalles a los periodistas.

Estas declaraciones tienen dos problemas: la generalidad y la imprecisión. Son generales, porque en realidad da a entender algo sin ofrecer suficiente información como para juzgar qué tan cierto es lo que dice. Una rápida revisión en la amplísima bibliografía citada en el artículo de la Wikipedia basta para identificar problemas técnicos sin duda manejables, mediante dos grandes medidas: certificación del software, desde lo fundamental hasta el diseño de la cédula de votación; y certificación de seguridad, incluída la posibilidad de phreaking, algo bien distinto al genérico hackeo del que hablan algunos.

En ningún caso he encontrado menciones a problemas sistémicos, es decir a cuestionamientos de la posibilidad misma de realizar elecciones mediante votos electrónicos. Los problemas son técnicos o procedimentales, y no han significado la anulación del voto electrónico, sino su suspensión o postergación.

¿Cuáles son los más significativos problemas? Calibración de las pantallas táctiles, que de por sí son frágiles; la falta de un rastro de papel para comprobar la votación, cosa que la ONPE ha enfrentado directamente; software cerrado, que impide que todos los actores del proceso se sientan cómodos con el mecanismo electoral; falta de capacitación de los votantes, que por ejemplo piensan que han votado cuando en realidad han elegido un candidato pero no lo han confirmado. Otros mencionados en el Perú como falta de electricidad en los centros de votación son también relativamente simples de corregir.

Todos estos casos son manejables, pero requerirán un gran y sistemático esfuerzo de la ONPE para comunicar a todos los actores, incluyendo a los electores y quizá más que nadie a los movimientos políticos, lo que se debe hacer para garantizar elecciones limpias. Si se omiten pasos, lo más probable es que terminemos con elecciones cuestionadas. La ONPE tiene pues una gran responsabilidad.

¿Cuáles son los problemas sistémicos? Hay dos, todos manejables pero no por ello menos serios.

1. Ni la población, ni los partidos políticos, ni la ONPE, tienen suficientes habilidades técnicas para enfrentar esto. Encontrar la gente para montar el sistema, verificarlo y certificarlo, difundir y capacitar, y finalmente juzgar de buena fe los resultados, va a ser un gran desafío y creo que muy probablemente resulte en una estampida de confusiones, dimes y diretes. Esto puede cambiar si se hace con cuidado y buena voluntad... lo que no siempre tenemos en abundancia en nuestro país.

2. La reducción de mesas electorales puede complicar el ejercicio electoral de los peruanos que viven en zonas rurales, puesto que la consolidación de mesas hará más difícil y caro cumplir con la votación. Esto sí es un problema, porque significaría castigar a los peruanos que menos tienen en aras de eficiencias que poco o nada significarían para ellos.

Seguimos mañana...
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viernes, 8 de octubre de 2010

Sobre voto electrónico

En los últimos días he estado hablando bastante sobre voto electrónico. Quiero resumir y concluir el tema con tres observaciones generales:

1. Que me llamen a mí es más resultado de la ausencia de especialistas a la mano que de mi relevancia en el tema. No soy experto pero estoy informado y comunico decentemente sobre temas de tecnología; estas habilidades son necesarias en los ambientes en donde se discuten e implementan estos temas, y serán necesarias con urgencia si se llega a implementar el voto electrónico.

2. Las objeciones al voto electrónico son completamente intuitivas o intencionadas, no técnicas en el amplio sentido de la palabra. No hay ninguna razón para dudar de la seguridad, de la estabilidad y de la viabilidad del voto electrónico.

3. Este debate es saludable, y ojalá ocurriera sobre otros temas de gestión pública. Pero sobre todo, sería fantástico que los medios volvieran a tocarlo en un par de semanas o meses, antes que nos olvidemos por completo de esto.

Nada más por ahora. Gracias a todos los que se interesaron en mi opinión.